Desigualdad entre países ricos y pobres sobre vacunas será mortal

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Vacuna
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La carrera global por una vacuna contra el covid-19 ha sido, probablemente, una de las más decisivas y frenéticas de nuestro tiempo.

Experta dijo que distribución desigual significará que el virus continuará propagándose y mutando

Sin embargo, ahora que varias vacunas han comenzado a distribuirse y las autoridades sanitarias de numerosos países se esfuerzan en administrar el mayor número de dosis posible a su población, los expertos han comenzado a alertar que en esta nueva carrera los mayores beneficiados no serán, necesariamente, quienes terminen primero.

Y es que según un estudio que realizó la Universidad de Duke en Estados Unidos y que se volvió referencia en el tema en los últimos meses, la forma en la que se distribuyen actualmente las vacunas supone otro grave peligro de salud pública a nivel mundial.

La situación, de alguna forma, reproduce el actual sistema global: los países más ricos han comprado ya la mayor cantidad de vacunas que se producirá este año, mientras los más pobres no tendrán dosis para administrar incluso ni a sus poblaciones más vulnerables.

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Como resultado, se estima que cerca del 90% de las habitantes en casi 70 países de bajos ingresos tendrán pocas posibilidades de vacunarse contra el covid-19 en 2021. Mientras, otras naciones, como Canadá, ya han comprado suficientes dosis para vacunar cinco veces a su población.

Los expertos temen que, de continuar como va el actual sistema de distribución, el virus podría seguir mutando, hacer inefectivas las actuales vacunas, además de producir consecuencias económicas, políticas y morales devastadoras.

Para analizar este tema en BBC Mundo conversamos con Andrea Taylor, quien dirige la investigación del Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke que rastrea la distribución de vacunas a nivel global.

El proyecto, denominado Launch and Scale Speedometer, analiza datos globales sobre vacunas y terapias para combatir la pandemia y sus hallazgos se han vuelto un llamado de alerta entre políticos, académicos y expertos en salud pública.

¿Cuáles fueron los principales hallazgos de este proyecto que dirigió sobre la distribución global de vacunas?

Lo que descubrimos es que los países ricos han comprado la mayor parte, mientras que los países más pobres luchan por obtener suficientes vacunas para cubrir incluso a sus poblaciones más vulnerables. Identificamos estas brechas por primera vez en octubre de 2020 y aún no las hemos visto cerrarse, lo cual es muy preocupante.

¿Cómo se llegó a este punto?

Los países ricos aprovecharon su poder adquisitivo e inversiones en el desarrollo de vacunas para obtener un lugar en primera fila y luego compraron la mayoría de las vacunas antes que otros países.

Los países de ingresos medianos y bajos no pudieron realizar compras de gran volumen o comprar vacunas cuando el riesgo de falla aún era muy alto, por lo que no obtuvieron acceso prioritario. Estos países están claramente en peligro ahora.

La principal preocupación es que los países de ingresos bajos y medianos simplemente no tendrán suficientes vacunas y que las personas que viven en países ricos estarán protegidas mientras el virus se propague en los países más pobres. Si se desarrolla de esta manera, todos sufriremos más, tanto en términos de impacto sanitario como económico.

 ¿Cuáles son los principales riesgos a nivel global de la forma en que se venden y distribuyen actualmente las vacunas?

La distribución desigual de las vacunas es peligrosa para todos. Ciertamente es un fracaso moral, pero también nos enfrentamos a resultados económicos y de salud catastróficos. Provocará muchas más muertes en todo el mundo, especialmente entre nuestros vecinos más vulnerables. También devastará nuestras economías.

Canadá o Estados Unidos han comprado dosis suficientes para vacunar a toda su población varias veces. ¿Cuál es la lógica detrás de este “acaparamiento”?

Muchos países ricos compraron suficientes vacunas para cubrir muchas veces a sus poblaciones. Esto tenía sentido en el mundo en el que vivíamos hace 6 meses, porque aún no sabíamos cuál de las vacunas candidatas, si es que había alguna, llegaría al mercado.

La mayoría de los países ricos compraron dosis de múltiples candidatos con la esperanza de que si uno o dos de ellos llegaban al mercado, tendrían una cobertura de su población del 100%. Al final resultó que las vacunas contra el covid-19 han tenido éxito más allá de las expectativas. Ya tenemos algunas en el mercado y otras más saldrán en los próximos meses.

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En realidad, ningún país rico tiene dosis de vacunas adicionales en esta etapa, pero sí se han reservado los espacios de fabricación prioritarios para 2021 para la mayoría de las vacunas contra el covid-19.

Esto significa que los países que realizan compras ahora pueden tener que esperar meses o incluso un año más.

Una de las alternativas para esta situación es Covax, el esfuerzo global que involucra tanto a países ricos como a otros menos desarrollados para un acceso equitativo a las vacunas contra el covid-19. ¿Cuáles serían los principales desafíos que enfrenta esta propuesta?

El principal desafío al que se enfrenta Covax es el tiempo.

Si bien la iniciativa ha tenido éxito en la compra de vacunas, garantizar la entrega en paralelo con el lanzamiento de la vacuna en las naciones ricas es mucho más difícil.

Las naciones de ingresos medios y bajos que cuentan con Covax como una parte importante de su estrategia de vacuna necesitan las dosis ahora, pero gran parte de los espacios de fabricación prioritarios ya han sido reservados por países ricos que hicieron acuerdos bilaterales.

También es importante señalar que Covax es necesario, pero no suficiente. Con una cobertura de población del 20%, es una pieza fundamental de la solución, pero los países pobres seguirán enfrentando brechas masivas en el acceso a las vacunas.

Tenemos que preocuparnos por la cobertura de población restante del 40-50% necesaria para alcanzar la inmunidad colectiva en estos países.