Una de las maquetas se encuentra en excelente condición y evidencia que la civilización Caral poseía conocimientos en planificación urbana
Los descubrimientos y las investigaciones en la región arqueológica de Caral, situada en el valle del Supe, provincia de Barranca, región de Lima, continúan revelando la capacidad constructiva de los antiguos habitantes de América, que conformaron una de las civilizaciones más antiguas y organizadas del continente.
En esta ocasión, se ha encontrado una maqueta a escala en un estado de conservación excepcional durante las excavaciones arqueológicas en el sitio conocido como El Molino. El asentamiento El Molino se encuentra en el centro poblado del mismo nombre, en la margen derecha del río Supe, en la carretera que conduce a la Ciudad Sagrada de Caral.
Esta maqueta representa edificios piramidales con una plaza circular, una escalera principal y plataformas superpuestas. Este hallazgo demuestra que la civilización Caral tenía conocimientos avanzados en planificación urbana.
El arqueólogo David Palomino Olivos destacó que el descubrimiento de la maqueta marca un hito significativo en los trabajos arqueológicos que se han llevado a cabo durante los últimos 29 años en la civilización Caral, bajo la dirección de la doctora Ruth Shady.
Según Palomino Olivos, este hallazgo evidencia que el desarrollo urbano en la antigua civilización peruana estaba estrechamente relacionado con la planificación urbana. En otras palabras, la maqueta representa un diseño previamente concebido antes de la construcción de los edificios que se han encontrado en la capital, en la costa y en esta región del valle de Supe.
El arqueólogo señaló que se han descubierto un total de cuatro maquetas en el sector C-1, dentro de uno de los tres edificios que componen el asentamiento El Molino. Lamentablemente, tres de ellas muestran signos de deterioro debido al paso del tiempo, mientras que una de ellas se encuentra en un estado de conservación excepcional.
El investigador explicó que las tres maquetas adicionales probablemente compartían las mismas características y estructura que la que se encuentra en buen estado, pero lamentablemente no se han conservado en condiciones óptimas.
Durante las excavaciones en la parte superior del edificio piramidal en El Molino, se halló en la parte trasera del salón ceremonial una representación de una maqueta que podría haber sido un centro urbano replicado en este asentamiento, así como en otros lugares. En otras palabras, es posible que este diseño a escala se haya ampliado a dimensiones más grandes.
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El arqueólogo detalló que la elección de El Molino como lugar de aplicación de la maqueta se justifica por los elementos arquitectónicos y las características que representa, como la presencia de una plaza circular y espacios superiores con esquinas curvas, que son también distintivos del asentamiento.
Explicó que es plausible que el diseño de la maqueta haya sido reproducido en Caral, ya que presenta una plaza circular, plataformas y un grupo de edificios dispuestos en un área central, lo cual coincide con las características típicas de varios centros urbanos de la civilización Caral.
El arqueólogo también indicó que la maqueta en cuestión muestra todas las características que son representativas de los distintos centros urbanos de la civilización Caral.
Asimismo, señaló que la antigüedad de este prototipo descubierto corresponde al período de desarrollo de Caral, aproximadamente entre 3000 y 1800 años antes de la era cristiana.
Posteriormente, David Palomino mencionó que las maquetas se descubrieron en el período comprendido entre 2017 y 2018, como parte de las excavaciones que se habían iniciado en 2012 en El Molino, como parte integral del programa de Puesta en Valor y Restauración de los Monumentos Arqueológicos.
En este sentido, señaló que el proceso de excavación de la maqueta ha sido un procedimiento que ha tomado su tiempo, caracterizado por su meticulosidad y enfoque en la investigación, además de la dedicación a la preservación y conservación adecuadas.
“Es un trabajo largo y detallado que hasta la actualidad continúa porque en estos casos hay que hacer los estudios e investigaciones respectivas para determinar la temporalidad y lo que representa, ello demanda tiempo”, resaltó, reafirmando la relevancia del hallazgo.
En este contexto, señaló la importancia de considerar que el asentamiento se encuentra rodeado de construcciones modernas, lo que plantea la necesidad de evitar la expansión urbana no planificada. Por esta razón, se iniciaron las excavaciones y, siguiendo la política aplicada en toda la zona de Caral, se ha involucrado a los residentes de El Molino en diversas tareas según sea necesario.
“Deben ser los primeros defensores de El Molino”, enfatizó el arqueólogo. Además, informó que se están tomando precauciones adicionales para proteger el sitio de las lluvias y posibles daños causados por el Fenómeno El Niño.
Asimismo, explicó que el Ministerio de Cultura ha destinado fondos para proyectos en toda la región de Caral, y en el caso específico de El Molino, se tiene previsto la instalación de un techo con canaletas para canalizar el agua y prevenir cualquier deterioro en las excavaciones, incluyendo las maquetas.