En un verdadero infierno se convirtió un mercado de ropa de segunda mano situado en el centro de Bagdad, capital de Irak, luego de que dos sujetos perpetraron un atentado suicida. Producto de las fuertes detonaciones, 32 personas murieron y otras 110 quedaron entre heridas y al borde de la muerte.
El primer sujeto detonó una bomba que tenía en su cinturón. El segundo esperó a que las personas se junten para estallar el segundo artefacto mortal
Detrás del desastre se encuentra el Estado Islámico (ISI por sus siglas en inglés), grupo terrorista que se adjudicó el desastre. Los extremistas enviados para la misión llegaron por la tarde del miércoles a uno de los puntos más concurridos del país para asegurar acabar con la mayoría de los presentes posibles.
Conforme indicó el ministro del Interior, la primera explosión se produjo para llamar la atención de los comerciantes y clientes de la plaza de Tayaran. El desconocido portaba “un cinturón explosivo y un artefacto casero”, con los cuales hizo volar todo a su paso en un radio promedio.
Varios testigos se acercaron para intentar auxiliar a los agraviados en el acto. Esta situación de aglomeración fue aprovechada por el segundo atacante, quien activó su propio dispositivo con el objetivo de tener más víctimas mortales a cambio del sacrificio de su vida.
Todos quedaron aterrados y atentos con un tercer siniestro, pero estos cesaron ahí mismo. A los minutos ya pudieron brindar los primeros auxilios a los agraviados para que las ambulancias se los lleven a los distintos hospitales de la ciudad. Por el estado crítico de muchos, la cifra de muertos podría ascender.
Yahia Rasul, portavoz de las Fuerzas Armadas, reveló que el “ataque terrorista perpetrado por dos terroristas suicidas que se hicieron explotar cuando las fuerzas de seguridad les perseguían”. Por lo tanto, las autoridades estuvieron a poco de evitar la catástrofe.
País lleno de atentados
El atentado que sufrió Bagdad fue catalogado como el más mortífero en tres años, pero es uno más de los tantos que se llevaron a cabo en el país localizado al suroeste de Asia. Actualmente ya son menos concurrentes, pero el penúltimo se presentó en junio de 2019, hace dos años.
Un saldo de 31 muertos, solo uno de diferencia con el de ahora, dejó otro ataque en 2018 en el mismo lugar. Otro factor en el que coinciden es que que ejecutan con los preparativos previos a las elecciones legislativas en Irak, las cuales suelen mancharse de sangre. La solución fue aplazar el evento hasta octubre.
Asimismo, ISIS siempre fue el responsable de los desastres. En 2014 llegaron a ocupar casi un tercio del país. Bagdad no se quedó con los brazos cruzados y aseguraron ganarles la guerra a finales de 2017. Sin embargo, los yihadistas aún cuentan con presencia en las zonas remotas como montañas y desiertos.
Salam Saleh, el presidente, denunció en su cuenta oficial de Twitter “intentos malignos de hacer temblar la estabilidad del país”. Por su parte, la misión de las Naciones Unidas (ONU) en el territorio condenó el suceso como “un acto tan abyecto no debilitará la marcha de Irak hacia la estabilidad y la prosperidad”.
El papa está en contra
Tras el ataque suicida, el papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, se mostró en contra de la situación que atraviesa la nación. El obispo de Roma, como cabeza de la iglesia católica, invita a la paz y la tranquilidad mundial sin importar cualquier tipo de posición o pensamiento.
“Lamento este acto de brutalidad sin sentido y oro por las víctimas mortales y sus familias, por los heridos y por el personal de emergencia que está presente”, expresó el también poseedor del título de soberano en el Estado de la Ciudad del Vaticano al mandatario Saleh.
El argentino de 84 años tiene programado un viaje a Irak desde diciembre. Visitará las zonas de Bagdad y Mosul entre el cinco y ocho de marzo del presente año. Escogió a Irak por ser una de las regiones más devastadas por las guerras y por la pandemia de la COVID-19.
Pese a sus deseos, nada está dicho, pues las nuevas variantes del coronavirus son más contagiosas. Además, su avanzada edad lo convierte en una persona vulnerable y de fácil contagio.