América Latina se convirtió en el mercado emergente que más deuda emite

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FMI
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América Latina se convirtió el año pasado en la región de los mercados emergentes con la mayor emisión de deuda pública. Los gigantescos paquetes de rescate fiscal para hacer frente a la crisis del coronavirus impulsaron a los gobiernos de las principales economías de la región a pedir prestado en el exterior capital por un valor de US$53.000 millones.

A los países que proporcionaron un gran estímulo fiscal por la pandemia les resultará difícil reducirlo

Una cifra gigantesca que superó ampliamente a otros bloques como las economías emergentes de Europa y Asia, Medio Oriente y África.

De cara a este 2022, está previsto que las emisiones netas de deuda pública disminuyan a nivel global. Sin embargo, América Latina mantendría su liderazgo, llegando a emitir unos US$44.000 millones, según un informe del banco estadounidense JP Morgan.

Y todo en un momento en el que las economías se enfrentan a las presiones inflacionistas y un menor crecimiento. Del endeudamiento esperado para este año en la región, México emitirá más del 25%, mientras que casi un 40% del total correrá a cargo de tres países andinos: Chile, Colombia y Perú. Para Brasil, en cambio, las proyecciones indican que su emisión de deuda será menor.

La colocación de deuda pública entre los inversores extranjeros es una de las herramientas más habituales de los gobiernos de todo el mundo para financiar su gasto. Pero la otra cara de la moneda es que si un gobierno se endeuda en exceso,en algún momento tendrá que recortar su gasto público, aumentar los impuestos o el coste de los servicios públicos.

En el peor de los casos, tiene que hacer todo a la vez. Y esas fueron algunas de las principales razones detrás de la oleada de protestas sociales vistas a finales de 2019 que recorrieron desde Chile hasta Ecuador.

 

Sostenibilidad fiscal y credibilidad

Para muchos analistas, la cuestión de los recortes del gasto público no es si los gobiernos tendrán que hacerlo. Eso se da por descontado. La cuestión es cuándo lo van a hacer y qué tan profundos serán. Para Luis López Vivas, economista de mercados emergentes de AXA Investment Managers, “está claro que la región tendrá que reducir gastos en los próximos años para asegurar su sostenibilidad fiscal y credibilidad” en los mercados internacionales.

En el pasado, América Latina podía contar con un fuerte crecimiento económico para mejorar sus indicadores fiscales. Hoy, sin embargo, en ausencia de un boom de las materias primas, la región se enfrenta a un período prolongado de bajo crecimiento. Por lo tanto, no podrá seguir gastando más allá de sus posibilidades“, dice López Vivas.

 

Recortes y estallido social

Los recortes podrían provocar otro estallido de descontento social en el que la inflación jugaría un papel clave.

Esto, junto con el desempleo, el aumento de la pobreza, el agotamiento por la pandemia y los procesos políticos altamente polarizados, significa que las principales economías de la región enfrentan un riesgo latente de disturbios civiles en 2022“, dice Jimena Blanco, responsable de análisis en la región de las Américas de Verisk Maplecroft.

Para la firma, los países clave a observar en este sentido incluyen Argentina, Brasil, Chile, Perú, Colombia y Paraguay.

“Hemos visto muchos casos en los que los recortes en los subsidios a los combustibles (Ecuador 2019) y otros beneficios (tarifas de metro en Chile 2019) o propuestas para aumentar los impuestos (Colombia 2021) causaron malestar social”, dice Carlos de Sousa, estratega de mercados emergentes de la firma de inversiones Vontobel.

“Así que, de cara a 2022, por supuesto que el descontento será un riesgo”, afirma.

No obstante, es probable que dos países escapen de esta tendencia de recortes: Chile y Perú.

Y es que tras las elecciones se espera que los nuevos gobiernos de ambos países incrementen sustancialmente el gasto público -especialmente en el ámbito social- tal como lo adelantaron durante sus campañas electorales.

Ambos países tienen capacidad financiera para hacerlo, explica Edgardo Stenberg, vicepresidente y especialista en mercados emergentes de Loomis Sayles.

“Los países de la región ya han comenzado a reducir el gasto público, al menos como porcentaje de su producto interior bruto (PIB), después del incremento importante en los dos años anteriores para combatir la pandemia y sus efectos económicos”, añade.

En el caso de México, dice, el gasto fiscal siempre ha sido moderado y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sigue la misma política fiscal. Sus niveles de popularidad son altísimos, agrega, con lo cual es poco probable que haya inestabilidad social. Por su parte, “Colombia y Brasil celebrarán elecciones este año y los votantes tendrán ocasión de manifestarse en las urnas y no necesitarían de protestas sociales”, dice Stenberg. Ecuador sí podría encontrar más dificultades para colocar su deuda debido sobre todo al riesgo país.

 

Aprovechando el momento

Pero que América Latina se colocara el año pasado como la región de los países emergentes que más deuda en dólares emite también se debe a las condiciones de mercado. Los gobiernos latinoamericanos vieron una oportunidad: la de financiarse más barato que dentro de unos meses.

La posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos aumente en marzo los tipos de interés ha desatado las alarmas. Con la subida de las tasas, los préstamos se vuelven más costosos en todo el mundo. Es decir, el monto que tendrán que devolver los países a partir de entonces será mayor, sobre todo si su deuda está dolarizada.

“Los bancos centrales de las principales economías han tratado de adelantarse a esa subida de tipos y vimos que empezaron a ser mucho más agresivos con sus propias subidas de tipos de interés”, dice Alejandro Arévalo, responsable de deuda de mercados emergentes. La clave detrás de este auge de las emisiones en estos meses es atraer a inversores.

“Cuando la Reserva Federal suba los tipos de interés, estos mercados no van a ser tan atractivos como antes para los inversores internacionales, que ya no querrán tomar el riesgo cambiario geopolítico de un país cuya economía es inestable o está en desaceleración”, cuenta Arévalo.

Por lo tanto, al emitir deuda ahora, las principales economías de la región aprovechan un entorno favorable que puede desaparecer cuando Estados Unidos endurezca su política monetaria.