Villarán desafiante en su residencia

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Villarán desafiante en su residencia
Villarán desafiante en su residencia

La impunidad estival de Susana Villarán, chapuzones en casa mientras la justicia acecha.

Mientras la justicia allanaba la residencia de uno de los recolectores de fondos de la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán, el último martes, ella disfrutaba del verano en la piscina de la lujosa casa en Lurín, propiedad de su hermano. A pesar de las investigaciones que apuntan a US$10 millones entregados por compañías a la exautoridad edil, Villarán parece vivir ajena a las consecuencias legales.

Según reveló Panorama, la vivienda de cinco pisos, multada por exceder niveles permitidos en 2017, ostenta una piscina de 10 metros y un muro que invade la playa, desafiando las normas de construcción de la municipalidad de Lurín. A pesar de las infracciones, la casa, registrada a nombre de su hermano, permanece fuera del alcance de allanamientos.

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En las audiencias, Villarán afirma vivir en el asentamiento humano Nuevo Lurín, pero su lujoso entorno sugiere lo contrario. La exburgomaestre parece sumergirse en la impunidad mientras su residencia desafía las reglas y la justicia.

Sin embargo, no es la única figura cuestionada que disfruta de la libertad. Su exgerente municipal, José Miguel Castro, también elude restricciones legales, realizando footing en Miraflores. El Ministerio Público lo señala como coordinador de la entrega de fondos para financiar las campañas de Villarán, tejiendo una red de impunidad que desafía las acusaciones de corrupción.

En este verano, mientras la justicia investiga, Villarán y sus allegados desafían las normas y la persecución legal, sumergiéndose en una piscina de impunidad en medio de la controversia que rodea sus acciones pasadas.