Sicario revela: Pagaron mil soles por asesinato

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Sicario revela: Pagaron mil soles por asesinato
Sicario revela: Pagaron mil soles por asesinato

Terror en la amazonía, sicario revela detalles del asesinato del Líder Indígena Quinto Inuma por mil soles.

El escalofriante asesinato del líder kichwa Quinto Inuma Alvarado, perpetrado el pasado 29 de noviembre, ha tomado un giro macabro con la confesión de Genix Saboya Saboya, uno de los sicarios implicados en el crimen. En una declaración a la Tercera Fiscalía Supraprovincial contra la Criminalidad Organizada, Saboya relató fríamente: “[Quinto Inuma Alvarado] él me dio la espalda y ahí le disparé con la escopeta”. Según el informe de El Foco, este sicario admitió haber recibido mil soles por poner fin a la vida del defensor indígena, quien luchaba contra la invasión de tierras, el narcotráfico y la tala indiscriminada en la comunidad nativa Santa Rosillo de Yanayacu, en Huimbayoc, San Martín.

La detención de Saboya y otros cuatro presuntos miembros de la banda criminal “Los chacales de Santa Rosillo” ha destapado conexiones con Segundo Villalobos Guevara, residente de Leche, Huimbayoc, señalado en investigaciones anteriores por su vínculo con la tala ilegal. Sorprendentemente, Quinto Inuma contaba con medidas de protección del Ministerio de Justicia, bajo el Protocolo de Protección de Defensores de Derechos Humanos, las cuales no lograron evitar su trágico destino.

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Las investigaciones

Las investigaciones también revelan la participación de otros detenidos, como Limber Rios Ruiz, Julio Barbaran Ojanama y Segundo Ramirez Mandruma, arrestados por la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental del Alto Amazonas en un operativo contra la tala ilegal. Genix Saboya, al proporcionar detalles, ha implicado a Belustiano Saboya Pisco, tío de Genix y Jerrly Saboya, quien habría sido el autor del disparo fatal.

La familia Saboya, ahora en el ojo de la tormenta, genera consternación al descubrirse la participación de un familiar cercano en el asesinato. Además, se destaca que el brutal crimen se produjo un día antes de un operativo contra sembríos de coca en la región. Este episodio oscuro refleja la vulnerabilidad de los defensores de derechos humanos y la complejidad de los desafíos ambientales en la Amazonía peruana.