Durante la grabación del documental, Fujimori argumenta que heredó un país en llamas
El expresidente Alberto Fujimori ha lanzado un documental en YouTube en un intento por limpiar su imagen y desmentir las acusaciones en su contra. A pesar de haber recibido un indulto humanitario debido a su estado de salud, Fujimori ha vuelto a la esfera pública con una aparente buena salud y una activa presencia en redes sociales. En este documental, Fujimori se defiende de las acusaciones de ser un asesino y afirma que durante su gobierno, su principal objetivo era lograr la pacificación del país.
Sin embargo, las acusaciones en su contra son graves. Fujimori enfrenta cargos por el asesinato de campesinos en Pativilca, así como por su presunta responsabilidad en los casos de violaciones a los derechos humanos conocidos como Barrios Altos y La Cantuta. En estos casos, miembros de las Fuerzas Armadas y del Grupo Colina habrían cometido crímenes contra la humanidad durante su gobierno. A pesar de sus afirmaciones en el documental, Fujimori ha sido condenado a 25 años de prisión por estos delitos.
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Durante la grabación del documental, Fujimori argumenta que heredó un país en llamas, amenazado por grupos terroristas como Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Según él, su gobierno logró capturar a los líderes de estos grupos y restaurar la paz en el país. Sin embargo, estas afirmaciones han sido ampliamente cuestionadas por organizaciones de derechos humanos y por la opinión pública en general.
El documental de Fujimori se enmarca en un contexto legal complicado. A pesar de haber sido indultado por motivos de salud, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) declaró a Perú en desacato por permitir su liberación. Además, Fujimori enfrenta una medida de impedimento de salida del país y debe cumplir con una serie de reglas de conducta establecidas por el tribunal.
La reaparición pública de Fujimori y sus intentos por limpiar su imagen generan polémica y división en la sociedad peruana. Mientras algunos lo apoyan y creen en su inocencia, otros lo ven como un símbolo de represión y violación de los derechos humanos durante su gobierno. En cualquier caso, el legado de Alberto Fujimori sigue siendo objeto de debate y controversia en Perú.
