Las lluvias en la costa y sierra norte podrían registrar valores normales
Las incógnitas sobre el clima siempre generan un sinfín de interrogantes. ¿Nos enfrentamos a un invierno extremadamente frío? ¿Qué nos depara el clima en los próximos meses? El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI) ha lanzado su más reciente reporte quincenal, brindando claridad sobre lo que podemos esperar de abril a junio.
Tras un análisis minucioso, la Comisión Multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) ha cambiado el estado de alerta de El Niño costero a «No activo», marcando un cambio significativo en el panorama climático. Esto sugiere un alejamiento de los días soleados que hemos disfrutado durante el año 2024.
Según las últimas evaluaciones, se prevé que las condiciones neutras de temperatura prevalezcan hasta mayo en la región Niño 1+2, seguidas de un posible enfriamiento leve entre junio y julio. Posteriormente, se espera un retorno a condiciones neutras desde agosto hasta octubre. Este cambio, sin duda, impactará en las temperaturas y en los patrones climáticos que experimentaremos en los próximos meses.
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En cuanto al Pacífico Central (región Niño 3.4), se anticipa que las condiciones cálidas persistan hasta abril, para luego dar paso a condiciones neutras en mayo. Sin embargo, se pronostica un cambio hacia condiciones más frías entre julio y octubre. Esta fluctuación en las temperaturas marinas tendrá repercusiones directas en nuestro clima terrestre.
El pronóstico estacional para abril-junio de 2024 indica que las temperaturas del aire se mantendrán dentro de lo normal en la costa peruana. Sin embargo, las lluvias en la costa y sierra norte podrían registrar valores normales o incluso inferiores a lo habitual debido al período de estiaje. Esta perspectiva de escasas precipitaciones plantea desafíos adicionales en materia de recursos hídricos y agricultura.
En línea con estas proyecciones, el Enfen ha previsto que, entre abril y junio de 2024, los caudales en los ríos Tumbes, Piura y Chira, en la región hidrográfica del Pacífico Norte, predominarán en el rango normal o incluso por debajo de lo habitual. Mientras tanto, en la zona centro y sur del Pacífico, se espera una estabilidad con caudales dentro de los parámetros normales.
Ante este panorama, es fundamental estar preparados para afrontar posibles cambios bruscos en el clima y sus consecuencias. Mantenernos informados y tomar medidas preventivas nos permitirá adaptarnos de manera más efectiva a las condiciones que nos depara el invierno y los meses venideros. ¡El clima nos desafía, pero juntos podemos superarlo!
