Enfermos serían perjudicados al ya no poder comprar genéricos
Una gran preocupación ha causado, entre los pacientes y sus familiares, la reciente fusión entre las dueñas de las farmacias MiFarma e InkaFarma, porque esto podría propiciar un menor abanico de ofertas para elegir un medicamento.
Sin embargo, el decano del Colegio de Farmacéuticos de Lima, Javier Llamosa, nos muestra otra posibilidad: una posible concertación de precios a la baja. Esto sería riesgoso ya que el objetivo sería ahogar a las pequeñas boticas de barrio y desaparecerlas.
El principal perjudicado de darse esta medida serían los consumidores debido a que, como es sabido, son las pequeñas farmacias las que suelen tener los medicamentos genéricos, los cuales son más económicos que los de marca.
De acuerdo a Llamosa, las farmacias de barrio aún pueden competir con las grandes cadenas.
Sin embargo, estas últimas no solo se dedican a vender medicamentos, sino que participan de negocios como fabricación, distribución y comercialización, controlando casi toda la cadena de ventas.