Dos miembros de la Marina de Estados Unidos están desaparecidos tras una misión fallida de abordaje nocturno frente a la costa de Somalía. Tres SEALs, bajo anonimato, revelaron que los militares realizaban una misión de interceptación cuando uno de ellos fue derribado por una ola y su compañero saltó para asistirlo.
El Mando Central de los Estados Unidos está llevando a cabo misiones de búsqueda y rescate en las aguas del Golfo de Adén, donde estaban operando los SEALs. Aunque aún se desconoce el paradero de ambos, las esperanzas persisten debido a las cálidas temperaturas en la zona, que podrían favorecer a su subsistencia.
La información sobre la operación y las identidades de los militares no se divulgará hasta que la operación de búsqueda y rescate concluya, según el protocolo de seguridad operativa. Los militares desplegados en la zona de operaciones de la 5° Flota de Estados Unidos brindaban apoyo en diversas misiones, incluyendo casos de piratería y el allanamiento de barcos con armas destinadas a Yemen para abastecer a los rebeldes hutíes.
La maniobra no está relacionada con la Operación Guardián de la Prosperidad ni con las recientes acciones contra objetivos rebeldes en Yemen. Tampoco guarda relación con la confiscación del buque petrolero St. Nikolas por parte del régimen de Irán. El presidente Joe Biden confirmó ofensivas contra terroristas iraníes en la región, subrayando que Estados Unidos y sus socios no tolerarán ataques contra su personal ni amenazas a la libertad de navegación.
Tras el incidente, las amenazas enemigas aumentaron, advirtiendo a Washington y Londres sobre represalias. Estados Unidos declaró no buscar la guerra, pero insistió en que responderá en defensa propia. La tensión internacional crece, dejando al mundo en vilo ante la incertidumbre de este incidente en alta mar.