En una impactante vuelta de los acontecimientos, Marco Raduano, el astuto jefe de la mafia italiana que burló la seguridad de una prisión de máxima seguridad utilizando sábanas, fue finalmente capturado durante una cena romántica en Bastia, Córcega.
Las autoridades francesas lograron arrestarlo afuera de un lujoso restaurante, donde compartía una cena con una pareja.
El líder de la mafia Gargano en la región de Puglia, Italia, de 40 años, había eludido durante meses a las autoridades, convirtiéndose en uno de los 10 fugitivos más peligrosos de Europol. Su espectacular fuga, captada por cámaras de vigilancia, mostró cómo ató sábanas desde la ventana de la prisión.
La operación que llevó a su arresto fue ejecutada por la Dirección Distrital Antimafia de Bari (Puglia), con la participación de los Carabinieri del ROS y el comando provincial de Foggia (Puglia). La colaboración internacional de la Guardia Civil de España y la Gendarmería Nacional de Francia fue clave.
No solo se detuvo a Raduano, sino que también capturaron a su mano derecha, Gianluigi Troiano, quien escapó del arresto domiciliario en 2021. Troiano fue encontrado y arrestado en Granada, España, mientras recogía un paquete en un punto de servicio.
Tenía antecedentes
Raduano, antes de su fuga, cumplía una condena de 24 años por tráfico de drogas. Posteriormente, fue sentenciado a cadena perpetua en ausencia por instigar el asesinato de un mafioso en 2017.
Esta operación conjunta entre agencias italianas, españolas y francesas representa un golpe significativo contra la mafia Gargano. La captura de Raduano pone fin a su tiempo como fugitivo, devolviendo la justicia a un líder criminal que intentó escapar de ella.
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