Importancia del acompañamiento a escolares en clases virtuales

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Consejos para los padres de familia.
La educación remota, que se dicta en todos los colegios del país desde el 2020 por la pandemia del Covid-19, es un reto enorme no solo para los profesores, sino también para los padres y madres de familia. Además, se debe tener en cuenta que una educación adecuada para los estudiantes en esta coyuntura no solo implica presenciar una clase, sino que el acompañamiento que se les debe dar a los escolares para que puedan tener un excelente desempeño en sus clases virtuales es clave.

Daniel Yépez, coordinador de educación de World Vision Perú, precisa que se debe conversar con los escolares para ponerse de acuerdo en sus horarios de clases y tareas

Daniel Yépez, coordinador de educación de la ONG World Vision Perú, resalta que el acompañamiento implica empatía por parte de los cuidadores pues “lo más importante es reconocerlos como personas y tener la capacidad de validar las experiencias y emociones que tienen las niñas, niños y adolescentes”.

Si los adultos no somos capaces de validar las experiencias y emociones de los escolares por más insignificantes que sean para nosotros, entonces difícilmente vamos a acompañarlos. Eso no significa estar al lado de ellos vigilándolos para que hagan sus tareas, exigiéndoles o gritándoles, sino reconocer las cosas que necesitan”, precisa el especialista.

Asimismo, es importante reconocer que los escolares son personas que proponen, que experimentan vivencias agradables y/o desagradables, y que no son objetos de cuidado. No hay que estar detrás de ellos como si fueran bebés. Hay que darles confianza para que participen de sus clases virtuales y desarrollen sus tareas en los momentos indicados.

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A partir del principio de reconocer a nuestros hijos e hijas como personas, podemos hacer un acompañamiento real desde las necesidades e intereses que tienen. Para acompañar hay que hablar con ellos, dialogar, preguntarles qué necesitan y cómo quieren que los acompañemos en el desarrollo de sus clases remotas”, comenta.

Por ello, se debe hablar con los escolares para establecer horarios de clases porque a veces hay solo un dispositivo con internet en casa para dos niños y/o niñas. No se les debe imponer los horarios, sino ponerse de acuerdo. Es una responsabilidad de ambos, tanto de los hijos como de los cuidadores.

“Cuando las niñas o niños aprenden a caminar uno está cuidando que no hayan objetos peligrosos en su camino para que no se hagan daño. No estamos agarrándolos, sino les damos libertad para que caminen”, comenta Yépez tras indicar que se debe motivar a los escolares y estar pendientes sobre sus necesidades como conexión a Internet y tener un dispositivo al alcance para que puedan cumplir con sus clases y tareas virtuales.

Consecuencias de la deserción escolar

En el segundo año de educación remota, uno de los retos del presente año escolar es disminuir las cifras de la deserción escolar que se registró en el 2020, pues por propias cifras del INEI, más de 370 mil niñas, niños y adolescentes se vieron forzados a abandonar sus estudios.

La deserción escolar en este contexto de la pandemia del Covid 19 se agudizó principalmente por las desigualdades que aún existen en nuestra sociedad, sobre todo con los estudiantes más vulnerables, como falta de dispositivos tecnológicos, conexión a Internet, e incluso la baja economía familiar que agudizó este problema. En muchos casos, no hay posibilidades de que los padres sigan sosteniendo la educación de sus hijos e hijas en esta nueva realidad”, dijo Daniel Yépez.

Pero casi siempre solo vemos la punta del iceberg de todo lo que implica que las niñas, niños y adolescentes no continúen sus estudios; a lo largo de su vida van a ser ciudadanos con menos oportunidades laborales, sociales y realización personal frente a los que sí terminan sus estudios. La deserción escolar además suele desencadenar en embarazo adolescente, riesgo de caer en explotación, ser víctima de violencia o trabajo infantil, entre otros problemas que los acompañan por el resto de sus vidas.

Esta falta de priorización a veces se da desde la misma casa de estudios pues no se priorizan aprendizajes básicos y fundamentales en el colegio como por ejemplo la competencia lectora. “Los alumnos no han desarrollado bien su competencia lectora, por ende, no logran el rendimiento académico que esperan en las diferentes áreas, por lo mismo no le encuentran sentido al estudio, y ese también es un factor para el abandono escolar”, recalcó el especialista.

También hay mucha deserción en secundaria porque los adolescentes tienen que empezar a trabajar para ayudar a sus familias y la educación no les da mucho sentido a las expectativas que tienen y terminan retirándose solo para tener ganancias económicas inmediatas.

Hay una relación directa del grado de escolaridad alcanzada con el subempleo, la pobreza y el acceso a todos los derechos. Los niños, niñas y adolescentes que no terminan el colegio tienen menos oportunidades del ejercicio pleno de sus derechos como deberían y se merecen.

Asimismo, destacó que mientras más niños, niñas y adolescentes deserten de la escuela los niveles de pobreza, inequidades, inseguridad ciudadana, violencia y delincuencia no bajarán en el país.

 

Sumémonos por la niñez

El 15 de marzo empezaron las clases en los colegios públicos del Perú y preocupan las cifras que dejó el 2020 en temas de educación por efectos de la pandemia Covid 19. El INEI reveló que más de 390 mil niñas, niños y adolescentes abandonaron sus estudios por falta de conectividad a internet, así como por una persistente brecha digital y bajos recursos económicos de sus familias.

Para mejorar esta situación, World Vision Perú lanzó la campaña “Sumémonos por la Niñez, por una educación que transforme sus vidas”, con el objetivo de sumarse a los esfuerzos del Estado para lograr que ningún escolar abandone sus estudios y los continúe con las condiciones mínimas que merecen de conectividad, acompañamiento de la familia y buena pedagogía de los docentes.

Una de las aristas para lograr una educación de calidad es acortar la brecha digital, por lo que con esta iniciativa, la ONG también busca recaudar fondos para donar tabletas a más de 3 mil niñas, niños y adolescentes en edad escolar de zonas vulnerables del país, donde aún la conectividad es baja.

Sandra Contreras, Directora Ejecutiva de World Vision Perú, recalcó que “en nuestra organización creemos que cada niña y niño debe tener las mismas oportunidades, más aún para estudiar. Por ello, con nuestra campaña buscamos sumar esfuerzos para donar tabletas para que puedan continuar aprendiendo teniendo a su disposición toda la información que necesitan”.

Además, se busca llevar dispositivos tecnológicos, asesoría y acompañamiento a alumnos y docentes de las zonas más vulnerables de las regiones de Áncash, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, La Libertad, Lima, Tacna y Tumbes.

 

Cifras que alarman

Durante el primer año de la pandemia, el 5.8% de niños de 6 a 11 años y 17.9% de adolescentes de 12 a 16 años, no accedieron a Aprendo en Casa ni por radio, televisión o Internet. A esto se suma la falta de acompañamiento de sus padres y docentes en sus clases remotas. Solo el 30.9% de familias recibieron retroalimentación detallada de los profesores y alrededor del 30% no complementaron la educación de sus hijos con otras actividades para reforzar lo aprendido.

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