Mario Salas Palomino, dueño de una empresa constructora, falleció de un infarto tras haber sido estafado a través de una página web clonada por cerca de 700 mil soles. Él era un pequeño empresario que buscaba presentarse a licitaciones públicas y privadas. Sin embargo, la falta de maquinaria moderna le impedía participar.
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Un día se enteró de que, en una página web, se ofrecían maquinarias pesadas de una empresa minera conocida. Una vez hecho el contacto, le enviaron por correo una orden de compra de autos y la maquinaria que, supuestamente, la minera estaba ofreciendo.
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En febrero, Mario pagó todo a través del banco. Un día después se enteró que el depósito había ido a la cuenta de un tercero. Mario comunicó al banco que había sido estafado y pidió que le reprogramen la deuda, pero nunca encontró respuestas. Las preocupaciones hicieron que un infarto le quite la vida al lado de un cajero.
