Los hijos de Sean “Diddy” Combs rechazan las acusaciones sobre un supuesto libro calificando los rumores como falsos y dolorosos.
Los hijos del productor musical Sean “Diddy“ Combs han roto su silencio para desmentir los rumores sobre una supuesta autobiografía escrita por su fallecida madre, Kim Porter. A través de un comunicado en redes sociales, los jóvenes han expresado su profunda tristeza por el surgimiento de estos rumores tras la muerte de Porter en 2018, la cual ha sido un doloroso episodio en sus vidas.
Quincy Brown, hijo mayor de Porter, publicó un mensaje en Instagram en nombre de sus hermanos, donde afirmó que “hemos visto circular muchos rumores falsos y dolorosos sobre la relación de nuestros padres y la trágica muerte de nuestra madre”. El mensaje se refiere a la reciente publicación de un libro titulado KIM’S LOST WORDS: A journey for justice, from the other side… El libro, publicado este mes en Amazon, asegura ser la autobiografía de Porter y contiene acusaciones sobre presuntos abusos por parte de Diddy.
Sin embargo, los hijos de la fallecida modelo y actriz, quienes tienen 26 y 17 años, aseguran que tales afirmaciones son completamente falsas. Quincy enfatizó que la obra es una manipulación de la tragedia familiar y expresó su frustración por cómo este doloroso evento ha sido convertido en “un espectáculo” por el mundo exterior.
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El autor del libro, Chris Todd, ha admitido en entrevistas que no puede confirmar la autenticidad de los escritos que asegura haber recibido de dos fuentes anónimas de la industria musical. Sin embargo, sostiene que el contenido es “lo suficientemente real” como para haberlo publicado.
El comunicado de los hijos de Porter también rechaza cualquier intento de terceros de hablar en nombre de su madre o la familia, afirmando que “cualquier persona que afirme representar los intereses de nuestra madre no es un verdadero amigo”. Asimismo, pidieron respeto por la memoria de Kim Porter, recordándola como una mujer fuerte y amorosa, lejos de las especulaciones que han surgido.
Finalmente, el equipo legal de Diddy ha calificado el libro como “ofensivo” y un intento descarado de lucrar con la tragedia.