Feminicidios crecieron en forma alarmante y muchas mujeres siguen en peligro

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Medallista asesinada
Medallista asesinada

La pandemia del COVID-19 convirtió al 2020 en un año lleno de incertidumbres. Desempleos, contagios por todos lados, miles de fallecidos y robos se registraron en la cuarentena establecida entre el 16 de marzo hasta el primero de julio. Terminada la misma, diversas féminas fueron asesinadas por hombres.

No hay una verdadera justicias para los asesinos incluso algunos siguen libres

Hasta julio se registraron 73 casos. Los ciudadanos pensaron que, al estar todos en sus casas, no se registraría violencia contra la mujer, pero ocurrió todo lo contrario. Las personas salían sin importarles contraer el coronavirus para buscar a sus víctimas, quienes en otras oportunidades se encontraban en sus viviendas,

 

Para cometer sus crímenes, los sujetos usaron de todo, sus propias manos, objetos contundentes, cuchillos, pistolas, entre otros. También intentaron esconder los cuerpos y fugar del lugar y hasta del país. Solo en algunos casos, la policía logró capturar al autor, pero muchos otros siguen impunes.

El monstruo de San Juan de Lurigancho

Marleny Estrada Bolívar (29) era una joven madre de dos pequeños y para sacar adelante a su familia se desempeñaba como prestamista. El padre de sus pequeños era Segundo Apaza Polloqueri (32), tenían una relación con problemas, pero decidió terminarla y nunca pensaron que la muerte llegaría pronto.

Ella salió el pasado 13 de julio de su vivienda de San Juan de Lurigancho para firmar unos documentos y hacer unos papeleos, pero nunca más volvió. Nadie sabía dónde estaba. La policía empezó a investigar. Su expareja salió ante las cámaras para pedir que la busquen, pero su mirada escondía algo.

Las sospechas apuntaban a que él estaba detrás de lo sucedido. Este decía que no y que por eso daba la cara. Pasaron los días y no había rastro de la mujer. Después de un tiempo, Segundo se hizo humo llevándose a sus pequeños de tres y ocho años con rumbo desconocido y las alarmas se encendieron.

Pasaron 53 días y Marleny fue encontrada sepultada en el interior de su domicilio. El fuerte olor del cadáver permitió que la policía descubriera el temor de la familia. Al padre los incluyeron en el Programa de Recompensas del Ministerio del Interior para buscarlo por cielo, mar y tierra.

Las autoridades realizaron una exhaustiva investigación hasta que finalmente capturaron a Apaza Polloqueri al sur de La Paz, en Bolivia, el 30 de octubre. Tiene un hermano que vive en el país vecino y llegó hasta allá en bus escondiéndose y burlando los controles policiales.

Al final terminó confesando que actuó solo para asesinar a la madre de sus primogénitos y también para enterrarla. No se le notaba ningún tipo de arrepentimiento. Lo trasladaron a Lima para entregarlo a la justicia y hasta ahora se encuentra cumpliendo prisión preventiva.

Medallista asesinada en hostal clandestino

El Perú perdió a una gran luchadora con un horizonte de oro. Jannette Mallqui Peche era la campeona nacional Sub-23 de lucha en peso de 55 kilos. Incluso llegó a competir en los Juegos Panamericanos Lima 2019 en donde quedó en octava posición en el resultado final.

Sin embargo, su futuro se apagó el 14 de mayo cuando ingresó a un hostal de la cuadra 13 de la avenida Insurgentes en el Callao, el cual no tenía licencia para funcionar. La noche anterior se le vio junto a Paolo Barboza Márquez (38), quien horas después salió de la habitación que alquilaron en el tercer piso.

Los trabajadores del establecimiento se percataron del cadáver y no dudaron en llamar a la policía pese a que estaban en falta. Los peritos encontraron a la deportista llena de golpes en el rostro, los cuales acabaron con su existencia. Nuevamente el responsable había escapado.

Inmediatamente, los oficiales desplegaron sus unidades para patrullar la zona e investigar lo sucedido. Primero se logró obtener una orden de detención preliminar, la cual emitió el Poder Jucidial, y la policía logró dar con el paradero de Paolo en Comas, a 12 días del asesinato.

Balacera, muerte y suicidio en Gamarra

En pleno corazón del emporio comercial de Gamarra, el venezolano Carlos Hernández Rodríguez asesinó de tres balazos a su compatriota Josefina Mendoza, el 22 de octubre. La fallecida tenía un pequeño hijo a quien criaba con el dinero que ganaba trabajando en un restaurante.

Se conoció que ambos tenían una relación, pero él era muy celoso e incluso la había amenazado de muerte en varias oportunidades. A las 8:30 de la mañana, a plena luz del día, cometió lo que siempre le dijo. La buscó a su centro de labores, la jaló del brazo y la correteó.

Para que no escape la disparó por la espalda ante la mirada atónita de todos los presentes. Se sintió acorralado y terminó con todo al dispararse en la cabeza. Ambos fueron llevados al Hospital Dos de Mayo con vida, pero fallecieron antes de llegar. Los compañeros de la occisa se ofrecieron a cuidar al menor.