El teletrabajo sobrevivirá al covid-19

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Teletrabajo
Teletrabajo

Muchas de las empresas han adoptado una modalidad de teletrabajo al 100%. Lo que se inició de una manera forzosa se está volviendo parte de su esquema de trabajo. En estos más de 18 meses ha habido muchos cambios; principalmente, en nuestra modalidad de trabajo, y la incertidumbre ha impactado en el desempeño laboral.

El trabajo remoto ha venido para quedarse, por lo que hay que implementar medidas para optimizarlo.

Como seres resilientes, la adaptación se volvió más cercana y amigable. Fue un proceso largo y doloroso, evidenciándose que todo crecimiento tiene su cuota dificultad. Esta modalidad ha permitido apreciar circunstancias antes no valoradas, como diría el Principito: “Lo esencial es invisible a los ojos”, y llegamos a recategorizar las cosas esenciales de la vida.

Hoy, el teletrabajo se está volviendo parte del esquema organizacional, que ofrece diversos beneficios para el trabajador y la organización. Para los primeros, representa un ahorro en gastos por traslado, pasajes o combustible para llegar a la oficina; y, en algunos casos, de alimentación. También en tiempo de desplazamiento al centro de trabajo. En algunas ciudades, los tiempos para recorrer algunas distancias es de más de dos horas. Con el trabajo a distancia, el tiempo ahorrado, por lo general, se dedica a los hijos y familia. No menos importante es la reducción del estrés al evitar el tráfico; y la comodidad de los atuendos para trabajar de manera remota, así como la posibilidad de reorganizar el tiempo para atender todas las actividades y realizar el trabajo desde cualquier lugar con acceso a internet.

Para las empresas, las ventajas han sido varias también: la disminución de gastos en el alquiler de inmuebles dedicados a oficinas y demás; fortalecimiento del trabajo independiente y autónomo, ahorros en servicios, contar con el apoyo de profesionales geográficamente distantes, sobre todo de talentos altamente especializados. En tecnología, se han acelerado los procesos de inserción en varias actividades de las empresas; y los trabajadores han reaprendido estos procesos a través de las diversas plataformas virtuales, lo que les ha permitido responder a las actividades internas, atención a clientes, proveedores, etcétera. Se ha generado un espacio para revisar algunos procesos internos con más detalle, mirar las planificaciones y aprovechar para reorganizar las estructuras de forma estratégica.

Todo ello también genera grandes desafíos para las organizaciones, cuestionándose cómo mantener la cultura de la organización, cómo fomentar las relaciones interpersonales y generar esa sinergia o trabajo en equipo con personas que nunca se han visto en su vida y que, probablemente, no se conozcan de manera presencial.

El trabajo remoto ha venido para quedarse. Hay que implementar medidas para optimizarlo. Así, las empresas deben brindar comodidad y un adecuado ambiente laboral, como los recursos necesarios para desarrollar sus funciones, equipos móviles, computadoras, tabletas, escritorios, sillas, etcétera; cumplir con las normas establecidas por ley e implementar prácticas de gestión: establecer planes individuales de trabajo con objetivos claros de cumplimiento, conversando sobre el tema con su inmediato superior.

 

TRABAJO REMOTO

En no pocos casos, por justificar el trabajo remoto, se han resquebrajado horarios, fechas, fines de semana. Esto hace que muchos perciban que tienen cada vez menos tiempo libre, y si lo tuviesen, lo dedicarían al trabajo. Es recomendable generar acuerdos de horarios de disponibilidad de trabajo, permitidos y entendidos por todos los miembros del equipo; y reevaluar las habilidades y competencias del personal, porque podría haber talentos escondidos y este sería el momento para reubicarlos o reasignarlos a fin de que realicen otras actividades o para que colaboren con otros trabajadores que tengan sobrecarga laboral.

También habría que facilitar espacios donde puedan expresarse en caso de sentirse desbordados o con exceso de trabajo, transmitirles la confianza necesaria para el diálogo y evitar infravalorar su sentir porque el escucharlos podría ayudar a prevenir cuadros de agotamiento, de estrés y burnout.

Asimismo, es recomendable brindarles y reconocer el tiempo de desconexión para que haya un trabajo significativo y productivo. Si hace falta, hay que aconsejar al trabajador a que tome sus días de vacaciones, durante los cuales no se les haría consultas de temas de trabajo.

Generar acercamientos virtuales y propiciar que entre los miembros se conozcan ayudará a “quebrar el hielo” y mejorar los procesos entre las áreas.