El roce entre general Velasco y Pinochet

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Velasco y Pinochet
“A pesar de las explicaciones, Pinochet consideró que esta era una afrenta (de Velasco) y se negó a viajar al Sesquicentenario de la Batalla de Ayacucho…”.

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Crónicas de la frustrada invasión peruana de Chile hace 43 años

“Chile-Perú: una década de tensión. 1970-1979”, es un informe detallado escrito por la periodista chilena Patricia Arancibia sobre el episodio histórico que pudo cambiar el rumbo de nuestros días para 2 naciones que en 1879-1883 pelearon una guerra y en 1975 estuvieron a punto de retomarla.

“En este contexto, se concertaron nuevos gestos de diplomacia militar, entre los cuales el más sonado periodísticamente hablando fue el ‘Abrazo de la Concordia’.
“La iniciativa fue chilena y pudo concretarse el 8 de noviembre de 1974, cuando delegaciones de ambos ejércitos, presididas por el comandante general peruano, Francisco Morales Bermúdez y el jefe del Estado Mayor chileno, general Héctor Bravo Muñoz, se encontraron en la llamada ‘zona caliente’.

“La foto que mostraba el abrazo del coronel Mena con el general García recorrió el mundo, pero pese a que el gesto de ambos uniformados fue sincero, el fantasma de la guerra no había desaparecido.
“Al llegar diciembre, un fuerte tropiezo hizo desandar todo lo andado en materia diplomática.

El presidente del Perú, general Juan Velasco, que había invitado a Pinochet a Lima para que participara con otros jefes de Estado en la reunión de celebración de la batalla de Ayacucho, tuvo el descriterio de aceptar por esos mismos días la visita del canciller cubano Raúl Roa, quien hizo injuriosas declaraciones contra Chile y su gobierno.

“A pesar de las explicaciones, Pinochet consideró que esta era una afrenta y se negó a viajar, enviando en su representación al ministro de Relaciones Exteriores, vicealmirante Patricio Carvajal…
“Este recuerda que Velasco le pareció un hombre seriamente enfermo y muy aislado; que trataba al embajador chileno, Max Errázuriz, con el sobrenombre de ‘ojos de gato’ y que había micrófonos ocultos en todos lados. La paz no se veía cerca…”.