Informe chileno de la previa y desarrollo de la operación peruana de recuperar Tarapacá
Crónicas de la frustrada invasión peruana de Chile hace 43 años
“Chile-Perú: una década de tensión. 1970-1979”, es un informe detallado escrito por la periodista chilena Patricia Arancibia sobre el episodio histórico que pudo cambiar el rumbo de nuestros días para 2 naciones que en 1879-1883 pelearon una guerra y en 1975 estuvieron a punto de retomarla.
“En la madrugada del 3 de octubre de 1968, el comandante general del Ejército y jefe del Comando Conjunto peruano, Juan Velasco Alvarado, derrocó al presidente Fernando Balaúnde Terry…
“Cinco generales y cuatro coroneles habían preparado el golpe. Bastó una compañía de rangers para ocupar sin violencia la sede del gobierno y una llamada telefónica para despachar por avión a Buenos Aires al ex mandatario…
“No se trataba de un hecho extraordinario si se considera que por entonces Brasil, Argentina, Bolivia y otros países latinoamericanos tenían gobiernos militares y en el propio Perú, en los últimos cien años, de sus 36 jefes de Estado, 20 habían sido hombres de armas…
“Sin embargo, el espíritu que animaba al nuevo gobierno era inédito: pretendía encarnar las raíces del Perú profundo, heredero del Imperio Incaico y restituirle a la nación el poderío que había tenido en los tiempos del virreinato…
“Los militares peruanos se sentían depositarios de una misión histórica: devolverle al Perú el sitial que una vez tuvo y limpiar la humillación sufrida al ser vencidos en la Guerra del Pacífico…
“El momento de la revancha había llegado. Esta generación de oficiales se había formado en el Centro de Altos Estudios Militares (CAEM), creado en 1950. Allí se les preparó en materias políticas, económicas y sociales, forjándoles una mentalidad desarrollista, nacionalista y antiimperialista, en cuyo seno se arraigó la semilla del socialismo…
“James Theberge, más tarde embajador de Estados Unidos en Chile, refiriéndose a esta novedosa característica, escribió que ‘los militares peruanos desarrollaron su propia doctrina, ligando la Seguridad Nacional y el Desarrollo’…
“En síntesis, el objetivo del proceso revolucionario era unir en un solo proyecto político, la recuperación de la integridad territorial del Perú, y realizar las transformaciones estructurales que el país necesitaba para salir del subdesarrollo…
“Los aspectos militares de este ambicioso proyecto fueron encomendados a un nuevo organismo, la Dirección de Asuntos Estratégicos (DIRAE), el que debía prestar especial atención a Chile como potencial adversario…”.