Donald Trump hizo historia al presentarse en un tribunal de Nueva York este lunes, convirtiéndose en el primer expresidente de Estados Unidos en enfrentar un juicio penal. Este hito legal se centra en un presunto pago que Trump realizó a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels antes de las elecciones presidenciales de 2016, con el objetivo de mantener en secreto un supuesto encuentro sexual entre ambos.
Los fiscales argumentan que este pago constituyó un intento ilegal de influir en las elecciones, donde Trump resultó victorioso sobre la demócrata Hillary Clinton. El expresidente, por su parte, se ha declarado inocente, calificando las acusaciones como motivadas políticamente.
El juicio, que se espera dure varias semanas, se centra en el presunto pago que Trump le hizo a su antiguo abogado personal, Michael Cohen, quien afirma haber entregado 130.000 dólares a Daniels en nombre de Trump. Este dinero se habría registrado indebidamente como «gastos legales».
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El caso de Stormy Daniels surgió en 2011, cuando ella habló por primera vez sobre una supuesta relación con Trump. Sin embargo, la revista que entrevistó a Daniels no publicó la historia debido a amenazas legales del abogado de Trump. No fue hasta 2018 que la entrevista salió a la luz, junto con la revelación de que Daniels había aceptado un pago secreto antes de las elecciones presidenciales de 2016.
El juicio se convierte así en un hito histórico, ya que ningún expresidente estadounidense ha enfrentado previamente un proceso penal. Trump, quien se perfila como candidato republicano para las elecciones de noviembre, se verá obligado a asistir a las audiencias bajo amenaza de orden de arresto en caso de ausencia injustificada.
Se espera que tanto Stormy Daniels como Michael Cohen testifiquen en el juicio, lo que podría distraer la atención de la campaña electoral de Trump. El juez a cargo del caso ha rechazado la petición de apartarse del caso hecha por Trump, quien ha expresado su creencia de que el juez lo «odia».
El caso de Stormy Daniels marca un momento sin precedentes en la historia legal de Estados Unidos, con un expresidente enfrentando un juicio penal por primera vez. Este proceso legal promete ser largo y complejo, con importantes implicaciones tanto para Trump como para el sistema judicial del país.