A pesar que desde hace días la Reina Isabel canceló todos los compromisos que tenía en puerta, y se alejó del palacio de Buckingham para refugiarse en el castillo de Windsor, y evitar contagiarse; el peligro para ella no ha pasado, pues su hijo, el Príncipe Carlos pudo haberle transmitido el virus, sin siquiera notarlo.
Ante la noticia, la reina de 93 años de edad ha tomado medidas extremas para evitar enfermar, pues su edad la coloca entre las personas con más riesgos de gravedad del COVID-19. Por eso, ha reaccionado limitando tener contacto con solo 3 personas de su entera confianza.
Se trata de su esposo, Felipe de Edimburgo de 98 años, su asistente personal Angela Kelly, y su fiel mayordomo, Tall Paul, al ser las personas más cercanas a la monarca.
Cabe mencionar que, hasta el momento, El Reino Unido tiene hasta el momento más de 8000 casos confirmados de coronavirus y 422 fallecidos.