Alerta roja en diez regiones del Perú por riesgo de activación de quebradas

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Alerta roja en diez regiones del Perú por riesgo de activación de quebradas
Alerta roja en diez regiones del Perú por riesgo de activación de quebradas

Senamhi amplía alerta hasta el jueves 2 de enero por intensas lluvias en varias provincias del país.

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) y el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) han emitido una alerta de “nivel rojo” para diez regiones del país, advirtiendo sobre el alto riesgo de activación de quebradas debido a lluvias intensas. La alerta, vigente hasta las 13:00 horas del jueves 2 de enero, busca prevenir emergencias en diversas localidades afectadas.

Según el reporte, las regiones en peligro crítico incluyen Áncash, Arequipa, Cajamarca, Cusco, Huánuco, Junín, Lima, Pasco, Piura y Ucayali. En estas áreas, las precipitaciones podrían generar deslizamientos y flujos de detritos en quebradas y zonas vulnerables.

En Lima, las provincias en alerta son Cajatambo, Canta, Huaral, Huarochirí, Huaura, Oyón y Yauyos. Áncash también enfrenta riesgos en localidades como Asunción, Bolognesi, Carhuaz, Fitzcarrald, Corongo, Huaraz, Huari, Recuay y Yungay. Por su parte, Arequipa tiene alerta roja en Caylloma y Condesuyos, mientras que Cajamarca incluye la provincia de San Ignacio.

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El peligro también alcanza a Cusco, específicamente a Chumbivilcas y Espinar; y en Huánuco, a Lauricocha. Asimismo, en Junín se encuentran en riesgo Jauja y Yauli; en Pasco, las provincias de Daniel Alcides Carrión, Oxapampa y Pasco; en Piura, Ayabaca y Huancabamba; y en Ucayali, la provincia de Atalaya.

El aviso no se limita al nivel rojo, ya que incluye provincias con alertas amarilla y naranja. Estas clasificaciones indican menor riesgo, pero requieren monitoreo constante debido a las posibles variaciones climáticas.

Las autoridades instan a la población a mantenerse informada y acatar las recomendaciones para evitar situaciones de emergencia. En particular, se pide precaución a quienes viven cerca de quebradas y zonas propensas a deslizamientos.

La temporada de lluvias sigue representando un desafío para las regiones afectadas, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de las comunidades y las entidades responsables de la gestión de riesgos.