25 años de la dolarización en Ecuador

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Dolarización y libertad: El caso ecuatoriano | elcato.org

Fue un método para la salvación económica

En enero del 2000, Ecuador marco un hito histórico al reemplazar el Sucre, divisa nacional, por la moneda estadounidense. El entonces mandatario de Ecuador, Jamil Mahuad, mediante un comunicado anunció de manera oficial la adopción del dólar en el país para hacer frente a la grave crisis económica que atravesaba la nación.

El cambio de moneda trajo la estabilidad económica, recuperando la confianza de las inversiones extranjeras y que los depósitos bancarios se incrementaron notablemente, multiplicándose diez veces más en dos décadas. Por ejemplo, la inflación, que en el año 1999 llegó al 96,1%, disminuyó a a un promedio anual de 4,5%.

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La dolarización no garantiza una economía perfecta, este proceso limita a los políticos en la eliminación de financiar gastos por medio de la impresión de billetes. Rafael Correa, presidente de Ecuador entre 2007 al 2017, aplicó medidas populistas y sugirió la abolición del dólar en el país sudamericano; sin embargo, estadísticamente, la región tuvo un crecimiento anual del 3,2%, entre el 2007 al 2023.

Inclusive, en momentos de crisis y déficit económico, el sistema financiero de Ecuador se mantuvo compacto. Otra muestra de ello, es que el crédito al sector privado fue del 55% del PIB en el 2023, a comparación con el 5% que presentaba Argentina. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), en noviembre del 2024, la inflación alcanzó el 1,51%.

Expertos aseguran que el dólar como moneda oficial recorta la competitividad y limita políticas monetarias para lidiar contra shocks internos, muy común en economías con políticas inestables, ofreciendo excelentes resultados frente a crisis extranjeras.

A diferencia de Argentina o Venezuela, el uso del dólar ha sido la clave para mantener una economía sólida en el Ecuador, siendo uno de sus épocas más estables de la historia. Asimismo, esta medida aún cuenta con el apoyo de la sociedad. Según una encuesta realizada por Ecuavisa, más del 90% de la población sureña apoya esta divisa monetaria, indicando la confianza en el equilibrio económico.