Explorando fronteras sabremos los 2 destinos que exigen visa a los peruanos en Latinoamérica.
En el marco de la interconexión global, los ciudadanos peruanos disfrutan de la libertad de explorar gran parte de América Latina solo con su Documento Nacional de Identidad (DNI) o pasaporte. Un gesto que simboliza la voluntad de varios países de la región, como Colombia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay y México, de promover la integración y la cooperación regional, eliminando la barrera de visas para el ingreso.
Esta apertura no solo facilita la movilidad humana, sino que también impulsa el turismo, el intercambio cultural y las oportunidades económicas entre naciones. Sin embargo, en este vasto lienzo de accesibilidad, dos países latinoamericanos se destacan como excepciones al requerir visa para los peruanos: Cuba y Venezuela.
Cuba y Venezuela: Las Excepciones en la Travesía Sin Fronteras
A pesar de la tendencia regional de facilitar la entrada, Cuba y Venezuela mantienen requisitos más rigurosos. Para ingresar a estos destinos, los peruanos y otros ciudadanos sudamericanos deben gestionar una visa, un proceso que involucra presentar documentos que respalden el cumplimiento de las políticas migratorias de estas naciones.
En el caso de Cuba, existen dos variantes de visa de turistas: la tarjeta de turista azul, aplicable a la mayoría de los visitantes internacionales, y la tarjeta de turista rosa, específica para aquellos viajeros que llegan directamente desde Estados Unidos o que están en tránsito por este país.
Es crucial destacar que la visa de turista para Cuba permite una sola entrada al territorio nacional en un viaje de 30 días, con la opción de prorrogarse por 30 días adicionales. Este proceso, aunque puede implicar cierta burocracia, no impide que la curiosidad y la exploración sigan siendo la fuerza impulsora de los viajeros peruanos.
A medida que la región continúa buscando la integración y la apertura, estos dos destinos se destacan como puntos que desafían la norma, recordándonos que, a pesar de la conectividad creciente, cada país reserva su derecho de controlar y regular el flujo de visitantes en función de sus políticas y circunstancias particulares.
Leer también:
