Argentina vivió el martes una nueva jornada de huelga en el transporte como reclamo de mejoras salariales en un contexto de alta inflación y pérdida de poder adquisitivo de los sueldos de los trabajadores.
La Unión Tranviarios Automotor (UTA) y la Asociación Argentina de Empresas de Transporte Automotor (AAETA) llevaron adelante un paro de 24 horas que afectó a buena parte del país, aunque estaba convocado en todo el territorio nacional, salvo en la provincia de Buenos Aires.
La convocatoria tuvo como fin que las mejoras salariales de los trabajadores de esas provincias puedan equipararse a las de Buenos Aires, la más poblada de todo el país.
Diez provincias no tienen ningún tipo de servicio: Jujuy (noroeste), Catamarca, La Rioja, San Juan (oeste), Chaco (noreste), Corrientes y Entre Rios (este), Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego (sur), según medios locales.
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En otras tres, Santa Fe (este), Neuquén y Chubut (sur), hay circulación en algunas localidades de la provincia; y en el resto del país se brinda el servicio con normalidad.
Los sindicatos informaron de que “tras dos meses de audiencia en la Secretaría de Trabajo de la Nación”, no hubo “ofrecimiento salarial alguno”, por lo que se llevó a cabo esta medida de fuerza.
