La crisis ocasionada por la COVID-19, el confinamiento por más de un año, el miedo a contagiarse, las pérdidas de vidas humanas a causa de esta enfermedad y la situación económica vienen causando incertidumbre y altos niveles de estrés que conllevan, entre otras consecuencias, a trastornos del sueño, alteración hoy más frecuente en la población, advirtió el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) del Ministerio de Salud (Minsa).
Leer también [Los trastornos del sueño nos afectan más de lo que creemos]
El médico psiquiatra Rolando Pomalima Rodríguez, responsable de la Dirección de Niños y Adolescentes del INSM, explicó que la alteración de las rutinas y actividades debido a la pandemia impactan negativamente en la salud física y mental, generando cambios en los estados de ánimo, ansiedad, depresión y dificultades para conciliar y mantener el sueño.
