El Papa León XIV restableció una tradición de más de 500 años que otorga una gratificación económica a todos los trabajadores del Vaticano, con motivo de la elección del nuevo santo padre. Cada empleado de la Santa Sede recibirá una propina de 500 euros.
La decisión comunicada por Robert Prevost ocurre un día antes de recibir a todos los trabajadores de la gobernación vaticana en una audiencia. A través del anuncio de la medida, el Papa busca fortalecer los lazos con sus trabajadores, además de recuperar tradiciones que habían sido dejadas de lado: en 2013 Francisco retiró el monto extra de 500 euros y lo destinó a un fondo para los más necesitados.
En 2021, el Papa Francisco decretó la suspensión de la gratificación para empleados de la Santa Sede como parte de su lucha contra la corrupción. Aunque el papa León XIV se ha pronunciado solo sobre esta ‘propina’, no ha revertido las demás normas vigentes. Entre estas, se incluye la prohibición de tener activos en paraísos fiscales y recibir regalos que superen los 40 euros.
Leer también [Papa pide mantener la paz en el mundo]
También siguen aplicándose los recortes salariales del 10% para los cardenales y funcionarios de alto nivel, desde jefes de dicasterios hasta vicedirectores. Cada empleado deberá firmar una declaración al momento de su contratación y renovarla cada 2 años. En ella se debe garantizar que no tienen procesos penales abiertos ni condenas previas. Además, deben asegurar que no poseen bienes o ingresos provenientes de actividades ilegales.
