Niña brasileña de 11 años afronta un segundo embarazo tras ser violada de nuevo

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¡HORROR! Una niña brasileña de 11 años está embarazada de tres meses después de ser violada. Su drama se ha convertido en noticia porque no es un caso más de abusos sexuales contra menores, que son una auténtica lacra. Es la segunda vez que la cría queda embarazada tras ser forzada sexualmente. Tanto en aquella ocasión como ahora, su madre, de 29 años, se ha negado a que sea sometida a un aborto, informa el diario Folha de S.Paulo, al que tiene derecho por ley.

La menor abandonó el colegio tras el nacimiento de su primer bebé

El embarazo se descubrió el viernes cuando la niña fue examinada mientras se encontraba en un albergue de Servicios Infantiles en Teresina, Piauí, en el noreste de Brasil. Servicios Infantiles informó de inmediato los hallazgos al Departamento de Policía para la Protección de Niños y Adolescentes (DPCA), cuya investigación sobre la violación y el embarazo comenzaron. La identidad de la menor no ha sido difundida.

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Por su parte, el padre de la niña le dijo a la policía y a los medios locales que su hija se ha negado a revelar quién es el padre de su segundo bebé y que actualmente no hay sospechosos oficiales. Lo que se sabe de ella es que dio a luz al primer bebé hace ahora un año y que vivía en la zona rural de Teresina, la capital del Estado de Piauí, en el nordeste de Brasil, la zona más empobrecida del país. Desde hace un mes está en un centro de acogida tras romper la relación con sus padres.

Cada hora, cuatro niñas brasileñas son violadas. Su dramático caso pone el foco en los abusos sexuales de menores, sobre todo de niñas, pero también de niños, son una auténtica lacra en Brasil. Durante el año pasado se contabilizaron más de 66.000 violaciones, en casi siete de cada diez casos, la víctima era menor de 13 años, según el Anuario Brasileño de Seguridad Pública. En ocho de cada diez casos, el agresor era alguien conocido. Esa es la primera parte del drama.

 

MUERTE A LOS VIOLADORES

La segunda es que la ley permite interrumpir los embarazos que son fruto de una violación pero sea por la oposición familiar, como en el caso de Piauí, por desconocimiento de este derecho o por falta de acceso a servicios médicos es muy frecuente que esas gestaciones lleguen a término tanto en el caso de víctimas menores como adultas. En Brasil se practican cada año unos 2.000 abortos legales mientras los ilegales se estiman en torno a un millón.

La investigadora y activista a favor del derecho al aborto Debora Diniz tuiteó tras conocer el caso: “Solo de pensar en la niña de Piauí de 11 años, violada dos veces y embarazada, estoy segura de que la criminalización del aborto es la tortura en formato de ley”.

Cuando tuvo el primer bebé, la anónima cría dejó la escuela, se niega a recibir tratamiento psicológico y la relación con sus padres se ha agriado.

Internada en un centro de acogida en Teresina, una prueba médica confirmó el embarazo este viernes. “No estaba menstruando, se comportaba de manera sospechosa y estaba retraída, así que la llevamos a una revisión y de descubrió que estaba embazada. Fue un susto, un shock”, declaró una representante del consejo tutelar.

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El padre de la víctima era esta vez partidario de que la niña abortara pero la madre, un ama de casa, ha logrado que prevaleciera su oposición a que la gestación sea interrumpida. La primera vez también se opuso, como la propia niña, cuando el médico le dijo que la vida de la menor podía correr peligro. El autor de la aquella violación, un primo de 25 años, fue asesinado poco después. Esta vez se desconoce quién la forzó.

El inquietante caso se produce pocos meses después de que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, un católico conservador, denunciara el aborto de otra víctima de violación de 11 años como «inaceptable», lo que provocó una ola de sentimiento proabortista en todo el país. El sospechoso, si es atrapado, se enfrenta a una pena de prisión de entre ocho y 15 años por tener relaciones sexuales con un menor de 14 años.