El descubrimiento de huesos en una cueva en Alemania podría transformar nuestra comprensión de la historia humana en Europa.
Fragmentos microscópicos de proteínas y ADN revelaron que neandertales y humanos coexistieron en el norte de Europa hace 45,000 años. Sorprendentemente, se pensaba que herramientas de piedra distintivas, antes atribuidas a neandertales, fueron creadas por humanos modernos. Este hallazgo desafía la idea anterior de que los Homo sapiens no vivieron tan al norte en esa época.
El sitio en la cueva de Ranis evidencia la primera dispersión del Homo sapiens en latitudes más altas de Europa, cambiando radicalmente nuestro conocimiento. Los artefactos inicialmente atribuidos a neandertales resultaron ser parte del primer conjunto de herramientas del Homo sapiens. Este hallazgo sugiere que ambas especies coexistieron durante miles de años, incluso dejando rastros de ADN neandertal en la mayoría de los humanos actuales.
El estilo de herramienta Lincombian-Ranisian-Jerzmanowician, encontrado en Ranis, también se halló en otras partes de Europa, ampliando su relevancia. Excavaciones más profundas en la cueva Ilsenhöhle revelaron fósiles humanos por primera vez, desafiando la creencia de que los Homo sapiens no habitaron tan al norte. La identificación de huesos humanos se logró mediante la paleoproteómica, destacando la capacidad de adaptación de estos humanos a climas fríos.
El análisis genético confirmó que los fragmentos esqueléticos pertenecían al Homo sapiens, y la similitud de secuencias de ADN mitocondrial sugiere parentesco. Estos hallazgos demuestran la capacidad de adaptación temprana de los Homo sapiens a condiciones climáticas extremas, desafiando las concepciones anteriores. Los métodos avanzados permitieron un examen detallado del sitio, ofreciendo una visión sin precedentes.
Estos descubrimientos, publicados en Nature y Nature Ecology & Evolution, son piezas clave en el complejo rompecabezas cultural y demográfico de Europa en ese periodo. Sin embargo, es crucial no generalizar los hallazgos de uno o dos sitios, advierten los expertos.
Estos estudios también sugieren que los neandertales eran más complejos cultural y cognitivamente de lo que se pensaba, desafiando estereotipos populares y destacando la cautela necesaria al interpretar la fabricación de herramientas complejas por parte de los humanos modernos antes de la desaparición de los neandertales.
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