La tumba del padre del derrocado presidente sirio Bashar al-Assad, Hafez, fue incendiada en su pueblo natal de Qardaha. La agencia de noticias AFP reportó el miércoles imágenes que muestran a combatientes rebeldes en uniforme de faena y hombres jóvenes viéndola arder.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que supervisa la guerra, indicó que los rebeldes habían incendiado el mausoleo, ubicado en Latakia, el corazón de la comunidad alauita de Assad. Por otro lado, mientras los países europeos reconsideran sus políticas de asilo para los sirios a la luz de los acontecimientos, muchos temen que tendrán que regresar.
Las preocupaciones de los sirios aumentan debido a que en los últimos días, tras el derrocamiento del presidente sirio Bashar al-Assad, el domingo 8 de diciembre, países como Alemania, Austria, Bélgica, Suecia, Italia y Reino Unido suspendieron las aplicaciones de asilo de ciudadanos sirios.
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Y es que el grupo fundamentalista Hayat Tahrir al Sham (HTS, Organización para la Liberación del Levante)- que lideró la última ofensiva para derrocar a al-Assad- tiene sus raíces en Al Qaeda. Aunque a partir de 2016, la organización ha ido adoptando posturas más moderadas bajo el mando de Al Julani, su pasado yihadista complica una plena confianza en el grupo.
