Ante la ausencia de Keiko Fujimori, el desánimo y las molestias entre candidatos son el común denominador en Fuerza Popular.
En diciembre del año 2011, Carlos Raffo soltó una frase que ha vuelto a cobrar vigencia: “Cada vez que Martha Chávez escucha el nombre de Keiko Fujimori se le ponen los pelos de punta”.
Por aquel entonces, las aguas se alteraban luego de que Raffo declarara que Keiko era la “sucesora natural” de Alberto con miras a las elecciones presidenciales del 2011.
La noticia no fue bien recibida por Chávez, entonces parlamentaria fujimorista. En aquella oportunidad, Chávez respondió que los seguidores de Alberto Fujimori no eran “una recua de borregos ni pollos parrilleros” que aceptarían la imposición de un liderazgo.
Cualquier candidatura, señaló, debía surgir de un proceso de democracia interna.
Trece años después, la inclusión de Chávez en el número 1 de la lista por Lima ha sido, se asegura, una especie de salvavidas.
El retorno de Martha Chávez es visto como una apuesta por el la dura, para recuperar al fujimorismo de Fujimori.
Para todos es una incógnita el retorno de Keiko para reasumir el liderazgo de su partido.
Desde el fujimorismo aseguraron que existe cierto descontento entre los candidatos respecto del liderazgo de la ex congresista.
El malestar respondería a que algunos estiman que que Chávez, al saber que “será elegida de todas maneras” en estos comicios, no ha tenido un rol suficientemente activo en la campaña
A pesar de que se espera que Chávez atraiga el voto duro fujimorista, su influencia en el pasado no ha mostrado ser más fuerte que la de Keiko.
En el 2006, la candidatura presidencial de Martha Chávez obtuvo 912.420 votos en todo el país, mientras que Keiko Fujimori consiguió 602.892 votos al Congreso solo en Lima.
En este escenario, los naranjas esperan conseguir entre cuatro y cinco escaños en Lima, por lo que las esperanzas están puestas en el interior del país.
