COMPATRIOTAS TUVIERON QUE HUIR POR SU CUENTA DE ISRAEL PARA SALVAR SUS VIDAS
El avión presidencial aterrizó ayer en Perú con 20 compatriotas que quedaron varados en Israel. Dicha nación está actualmente involucrada en un conflicto con el grupo extremista Hamás y ha sido objeto de constantes ataques aéreos.
Sin embargo, algunas personas tuvieron que dejar Israel por sus propios medios, como fue el caso de Vanessa y Katherine, dos jóvenes que se encontraban realizando turismo en el país cuando estalló la violencia.
Las vivencias de Vanessa y Katherine se vieron abruptamente interrumpidas por el inicio de la tensión en Israel. Mientras celebraban una eucaristía en Qumrán, cerca del Mar Muerto, se sintieron explosiones y les pidieron evacuar debido a un posible atentado.
Tras tres horas de refugio en tiendas de campaña, se les permitió salir, pero sus planes de viaje se desvanecieron por la creciente peligrosidad de la situación.
Su grupo decidió dirigirse a Jerusalén, considerada un lugar más seguro, y el sacerdote que lideraba la peregrinación solicitó ayuda a la embajada peruana en Israel. Llenaron formularios detallando sus necesidades, pero tras varios días de espera, no recibieron apoyo.
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Finalmente, lograron abandonar Israel y se dirigieron a Jordania, desde donde volaron a España antes de regresar al Perú. Las gestiones del sacerdote permitieron que las 23 personas del grupo salieran de Israel vía Jordania.
Por último, el grupo logró abandonar Israel y llegar a España, donde el Arzobispado brindó apoyo. Vanessa y Katherine esperan regresar a su tierra natal, Arequipa, y reunirse con sus familias después de los días de angustia vividos en Israel.
