El amor de los capos narcos y el respeto por las esposas ajenas

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Enedina Arellano Félix
Enedina Arellano Félix

En el mundo delictivo existen ciertos códigos a respetarse y en México no es la excepción. Uno de ellos es no tener una relación sentimental con los miembros de otro grupo y así lo supo muy bien Armando López, uno de los compadres allegado de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.

Armando López fue ejecutado por los hermanos de la mujer de la que se enamoró

Su mayor error fue enamorarse de Enedina Arellano Félix, hermana de los fundadores de un grupo denominado con los mismos apellidos. El ilusionado, quien pertenecía al Cártel de Sinaloa, fue ejecutado por los hermanos de la fémina al sentir celos de su pariente.

Pese a lo sucedido, el conflicto no quedó ahí. Ambos grupos llevaban una tregua por la plaza de Tijuana, pero el amorío no fue bien visto y le advirtieron a Guzmán que ninguno de sus secuaces será bien visto por afanar a una de sus familiares. Con ello, la paz culminó.

“El Tísico” contra “El Mencho”

Carlos Rosales Mendoza, más conocido como “El Tísico” es otro de los que pereció por el desamor de una mujer prohibida. Nació el 12 de febrero de 1963 en La Unión, estado de Guerrero, y fundó el grupo delictivo “La Empresa”. Esta terminó llamándose “La Familia Michoacana” con la presencia de Osiel Cárdenas Guillén.

Actuaban como brazo armado del Cártel del Golfo y, junto con Los Zetas, opacaron al Cártel del Milenio que manejaba la producción y distribución de drogas en la zona hasta el año 2000. Esta última se denominaba Cártel de los Valencia y estaba conformada por 18 hermanos donde Carlos y Osiel eran amigos y trabajaron juntos.

Un día, Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” se contactó con Rosales y le presentó a su prima de nombre Inés. Ambos quedaron perdidamente enamorados, estuvieron un tiempo y tuvieron un hijo. La unión fue positiva porque Los Valencia y el Golfo iniciaron negociaciones para llevar la fiesta en paz.

Sin embargo, la mujer que un día le juró amor eterno terminó yéndose a los brazos de Armando Valencia, uno de los jefes del Cártel. Este episodio desató la ruptura de las organizaciones, el Cártel del Golfo empezó a llamarse Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) e incluso se tornó más violenta.

Mandó a matar a sus rivales

“El Tísico” se la juró a sus rivales de amor y los mandó a ejecutar con odio, pero no tuvo éxito. El 18 de febrero de 2002 se perpetró un ataque armado en el centro de Morelia. Su objetivo era acabar con la vida de Armando, pero en el intento murió su sobrino Jorge Luis Valencia González y otras tres personas más.

Rosales fue apoyado por Osiel por la traición de Inés. Se dice que le puso unos 300 sicarios de Los Zetas para fusilar a todo el cártel. Estos últimos no permitieron que les falten el respeto, por lo que Ignacio “Nacho” Coronel, jefe en Jalisco, pidió ayuda a “El Chapo” del Cártel de Sinaloa.

Ya con más poder empezó el enfrentamiento entre las cuatro organizaciones. Desataron una ola de violencia tanto en Jalisco como en Michoacán por muchos años y hasta ahora siguen en guerra. Muchos hombres se fueron y otros llegaron, pero siguen en una batalla que no tiene cuándo acabar.

Un venezolano le robó a “El Güero”

Finalizando el año 1980, Héctor “El Güero” Palma Salazar y “El Chapo” Guzmán luchaban fuerte para posicionarse como los principales narcotraficantes en el mundo. En el trayecto, el primero un venezolano terminó arrebatándole el amor de su esposa para luego matarla.

Enrique Rafael Clavel Moreno fue su verdugo. Se infiltró en su grupo por encargo de un tal Féliz Gallardo, quien no le perdonó una traición. Así, el chamo se acercó a Guadalupe Lejía aprovechando que su pareja paraba ausente con sus negocios, la enamoró y empezaron como amantes.

Luego decidieron alejarse de toda esa vida, robaron dos millones de dólares del capo mexicano y fugaron a San Francisco, Estados Unidos, con los dos hijos de la mujer. Mucho tiempo después, la mató, le cortó la cabeza y se la mandó en una caja a Héctor.

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Pasando 15 días destruyó más su vida enviándole un video donde arrojaba a sus pequeños de cinco y cuatro años desde el Puente de la Concordia, Venezuela. Según investigaciones, en 1990, Palma inició su venganza, logró que capturen a Enrique y en la cárcel fue que lo mataron.