El presidente de Estados Unidos Joe Biden recoge el guante lanzado horas antes por el líder del sindicato United Auto Workers en plena huelga
Joe Biden visitó el Salón del Automóvil de Detroit en septiembre del año pasado junto a Mary Barra, quien es la presidenta de General Motors. En esta ocasión, el martes próximo, volverá a Michigan, pero su motivo será respaldar a los trabajadores que están llevando a cabo una huelga contra las principales compañías automotrices de Detroit: General Motors, Ford y Stellantis.
El presidente de los Estados Unidos se convertirá en un hecho histórico al unirse a las manifestaciones y respaldar las acciones sindicales, respondiendo al llamado del presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fain, que se produjo el pasado viernes. A menos de un año de las elecciones, en las cuales se juega su reelección, Biden, quien se considera a sí mismo como el presidente más pro-sindicalista de la historia, busca mostrar su apoyo a un sector de la población cuyo voto puede resultar crucial en estados determinantes.
“El martes iré a Michigan para unirme a la línea de los piquetes y solidarizarme con los hombres y mujeres de la UAW en su lucha por una parte justa del valor que ayudaron a crear. Es hora de llegar a un acuerdo beneficioso para todos que mantenga la prosperidad de la industria automovilística estadounidense con puestos de trabajo bien remunerados para la UAW”, tuitea el presidente en X, la red social antes llamada Twitter.
Era la respuesta a una invitación expresa y pública lanzada antes por el líder del sindicato. “Invitamos y animamos a todos los que apoyan nuestra causa a unirse a nosotros en el piquete, desde nuestros amigos y familiares hasta el presidente de los Estados Unidos. Os invitamos a uniros a nuestra lucha. La forma en que puedes ayudar es construyendo nuestro movimiento y mostrando a las empresas que el público está con nosotros y está con nuestros negociadores nacionales elegidos”, dijo Fain alrededor de las 10 de la mañana, en el discurso que llamaba extender la huelga a 38 centros de distribución de componentes por todo el país.
No existen registros previos de un presidente de Estados Unidos uniendo fuerzas con un piquete en una huelga, aunque no se dispone de detalles precisos sobre cómo será su visita ni en qué ubicación específica ocurrirá. En 1937, el entonces vicepresidente John Nance Garner respaldó la intervención federal para poner fin a la histórica huelga en la planta de carrocerías de Flint, Michigan, que fue el punto de partida de la United Auto Workers (UAW).
Sin embargo, la propuesta fue rechazada por el presidente Franklin Delano Roosevelt. Roosevelt exhortó a General Motors, que en ese momento era la empresa más grande del mundo, a reconocer al sindicato, que posteriormente se convertiría en un actor político de gran influencia en las décadas siguientes.
Historial de Biden
El presidente de los Estados Unidos realizó una intensa campaña centrada en los sindicatos antes de las elecciones legislativas que tuvieron lugar durante la mitad de su mandato. Esta estrategia tenía como objetivo asegurar el voto de los trabajadores en tres Estados tradicionalmente demócratas: Pensilvania, Wisconsin y Michigan, que forman parte de la región conocida como el “cinturón del óxido” de Estados Unidos, que históricamente albergaba la industria pesada. En las elecciones de 2020, logró ganar en los tres Estados mencionados, después de que en 2016 estos mismos Estados le otorgaran la presidencia a Donald Trump.
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