Cuando las personas no tienen inmunidad son fábricas de variantes

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La detección de la variante ómicron en Sudáfrica a fines de noviembre supuso la aparición de nuevas incógnitas con respecto a la pandemia para el mundo entero. Esto ocurre, además, en tiempos en que una mitad del mundo está vacunado, e incluso dando dosis de refuerzo, y otra mitad está con bajas o muy bajas tasas de inoculación.

La única forma de romper ese ciclo es vacunar a los seres humanos en una tasa mucho más alta

El médico John Swartzberg, profesor emérito de la cátedra de enfermedades infecciosas y vacunación de la Universidad de California en Berkeley (EE.UU.), entiende que no haber logrado una vacunación masiva a nivel planetario, ya sea por falta de acceso a las dosis en algunos países como por el rechazo a las inyecciones contra la covid en otros, genera miles de millones de fábricas virales una por cada uno de esos individuos.

Serán ellos quienes producirán la próxima variante del coronavirus. Swartzberg cree que, además, que el hemisferio norte puede padecer en las próximas semanas lo que él denomina una “tridemia”, es decir, tres pandemias a la vez, y cree que la variante que aparezca en el mundo tras ómicron será la que transformará al SARS-CoV-2 de una pandemia a una endemia.

Tengo una imagen bastante clara de las posibilidades para las próximas seis u ocho semanas y estoy muy preocupado por los tiempos potencialmente difíciles, más difíciles que los que estamos atravesando ahora.

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RESURGIMIENTO DE LA DELTA

En EE.UU. y en gran parte del mundo vemos en este momento un resurgimiento de delta. La pandemia de delta no ha desaparecido a pesar de que las noticias hablan mucho sobre ómicron. Todavía estamos en medio de una pandemia por la variante delta que está causando una morbilidad y mortalidad significativas, y luego, superpuesto a eso, está ómicron.

Ómicron en EE.UU. era el 0,7% de los casos hace una semana y ahora es de 2,8%, cuatro veces más. Si esto continúa así veremos a ómicron como la variante dominante en EE.UU. a principios de enero, mientras todavía estamos lidiando con la delta. A esto se le llama doble pandemia.

Pero mi preocupación es que no solo vamos a tener una doble pandemia, sino que vamos a tener una tridemia: ómicron más delta más influenza.

El año pasado tuvimos poco contagio de influenza, tanto en el hemisferio norte como en el sur, pero este año es posible que sea promedio. En un año promedio tenemos algunos cientos de miles de hospitalizaciones y entre 25.000 y 35.000 muertes en exceso en EE.UU.

Si se suman ómicron, delta e influenza al mismo tiempo en estos meses de diciembre, enero y febrero, realmente podríamos estar en un lugar muy difícil en las próximas ocho o diez semanas en EE.UU.

Cuando las personas que no tienen inmunidad contra este virus se infectan se convierten en fábricas virales; producen miles de millones de partículas virales. Y si las personas son fábricas virales se convierten en fábricas de variantes, porque algunas de esos miles de millones serán una variante.

 

VARIANTES SIN ÉXITO

La mayoría de las variantes no tienen éxito, pero alguna lo tendrá. Ese es claramente el problema que tenemos. No tenemos suficientes personas con inmunidad, lo que permite que el virus siga encontrando hogar en seres humanos que funcionen como sus fábricas virales para producir más partículas virales, y eso significa más variantes.

La única forma de romper ese ciclo es vacunar a los seres humanos en una tasa mucho más alta que la que tenemos hoy en todo el mundo. De nada sirve que EE.UU. vacune a toda su población si el resto del mundo no está vacunado. El virus no reconoce nacionalidades. Simplemente buscará y encontrará seres humanos para infectar. Donde sea que estén, allí irá; en EE.UU, en Sudamérica, en África o donde sea.

En general, un virus respiratorio hace que estornude y tosa pero no me hace sentir muy mal, porque si tengo fiebre alta, dolores terribles en el cuerpo y no puedo levantarme de la cama, no contagiaré a otros. Si los síntomas son mínimos pero solo produce tos y estornudos, igual voy a trabajar y hago cosas con otras personas. Eso propaga el virus y es su escenario ideal. Si con ómicron el coronavirus evolucionó hacia un virus menos grave, esa evolución puede continuar y volverse más benigno. Sería algo muy bueno.

 

¿SE TRANSFORMARÁ EN ENDEMIA?

Puede ser. Dependerá de cuán benigna sea la enfermedad que causa. No es fácil ver más allá de dos meses, pero una posibilidad es que ómicron sea tan transmisible que infecte a casi todo el planeta. Y si no se convierte en una enfermedad realmente grave podría volverse endémica.

Pero mi suposición es que ómicron será primero reemplazada por otra variante, que será más apta para convertirse en una infección endémica. De todas formas este virus, el SARS-CoV-2, tiene muchos trucos bajo la manga, sigue mostrando estos trucos y sigue sorprendiéndonos. No tengo idea de cuánto tiempo tomará, pero sé que llegaremos allí.

¿Hasta cuándo cree que se deben contabilizar los casos, las hospitalizaciones y las muertes por covid?

Mientras siga siendo una enfermedad grave y amenace la capacidad de nuestros sistemas de salud, debemos vigilarlo muy de cerca con esos tres parámetros. Una vez que se convierte en una enfermedad mucho más benigna, no amenace la capacidad de nuestros hospitales y tengamos muchas menos muertes, podremos relajarnos.