La coyuntura actual ha aumentado los problemas de salud mental, depresión, ansiedad, y apatía en este grupo poblacional, que ha visto truncados sus planes de vida profesional, según el informe realizado por la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC).
Elegir una carrera profesional es un proceso retador para la mayoría de estudiantes, tanto por la presión del entorno como la que ellos mismos se imponen. Hoy, ante una coyuntura de incertidumbre por la COVID-19, el problema se agudiza e impacta en forma negativa en el rendimiento de los jóvenes. Frente a esta situación, la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) realizó un estudio para identificar las tipologías de crisis vocacionales en los estudiantes peruanos de 5to de secundaria durante la pandemia.
Este informe, que congregó a quince psicólogos de diversas instituciones educativas de Lima y provincias, señala que la principal problemática de los estudiantes de 5to de secundaria es que se encuentran con depresión, ansiedad, estrés, desmotivación y miedo debido a la actual coyuntura sanitaria, política y económica que atraviesa el país.
“La inseguridad por elegir la vocación es constante en los jóvenes, pero esta ha aumentado durante la pandemia. Por ello, hemos realizado una investigación que nos ayude a descubrir cuáles son las principales problemáticas por las que están atravesando. Queremos ayudarlos a que se apasionen por la profesión que decidan, logrando resolver los desafíos complejos del siglo XXI y diseñando el futuro que imaginaron desde niños”, señaló Edgard Portocarrero, Jefe de Procesos Académicos de Admisión de UTEC.
En el informe, los especialistas identificaron cuatro tipos de crisis que son transversales en todas las escuelas del Perú:
- Crisis de autoconocimiento: el alumnado de secundaria desconoce sus gustos y habilidades. En muchos casos, es difícil para los estudiantes y sus padres identificar las fortalezas y debilidades que podrían ayudarlos a discernir entre carreras. Sin embargo, teniendo la información en Internet, los jóvenes no tienen -ni se dan a sí mismos- el tiempo necesario para averiguar y explorar sobre su vocación.
- Crisis de transición de adultez y autonomía: para muchos jóvenes, la elección de una carrera es una decisión que marca el inicio de una etapa de adultez, por lo que sienten miedo de “elegir mal”. A esto, se suman el no tener viaje promoción o fiesta de graduación -que significaban rituales de cierre muy importantes-, el sentir una fuerte presión por las ganas de querer asumir una “vida de adulto” y la idea de que esta decisión determinará el área donde se desenvolverán por el resto de sus vidas.
- Crisis por no cumplir las expectativas: en los escolares, existe cierto miedo de no lograr satisfacer las expectativas de sus familias. Si bien hay familiares más permisivos con la profesión de sus hijos, la mayoría de padres no están dispuestos a que estos tomen un tiempo luego del colegio para elegir su carrera. Con esto, se observa cierto temor a que los jóvenes se encuentren ‘haciendo nada’ o se tomen un ‘año sabático’ para realizar otras actividades como estudiar idiomas.
- Crisis por la situación económica y política: la actual coyuntura que atraviesa el país provoca mucha incertidumbre en los jóvenes; ya que, esta inestabilidad es un factor que se toma en cuenta para saber a qué universidades podrían postular. Esto se evidencia en el aumento de estudiantes que han pensado en optar por un centro de estudios superior nacional.
“Estamos comprometidos con la educación y el desarrollo del Perú. Nuestra misión no solo es formar profesionales líderes y sensibles a las necesidades sociales, sino despertar en ellos la curiosidad y creatividad que tenían desde niños, sumándolas con su interés por construir un mundo mejor. Esto nos permitirá inspirarlos y ayudarlos a plasmar sus ideas en proyectos de alto impacto que beneficien a la sociedad, gracias al uso de la ciencia, investigación, innovación y tecnología”, señaló el especialista de UTEC.
