La mordida es la forma en la que los dientes se contactan entre sí. Cuando las piezas dentales superiores e inferiores no encajan adecuadamente con la boca cerrada aparecen ciertos problemas como, por ejemplo, un desgaste prematuro tanto en los cuellos como en la superficie masticatoria de los dientes, dolores en la articulación de la mandíbula con el cráneo, dificultades para masticar correctamente, o un mayor riesgo de enfermedad periodontal.
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Jesús Ochoa, cirujano dentista de Multident señala, que esto incide, por ejemplo, en nuestra manera de respirar, puede ocasionarnos problemas para masticar, podemos presentar desgaste dental, dificultar nuestro descanso nocturno e incluso acarrear molestias musculares y hasta dolores de cabeza. Estos son algunos de los síntomas que derivan de una maloclusión o mala mordida.
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El doctor Jesús Ochoa, director de Multident, explica que una mala higiene provoca la acumulación de bacterias dañinas en la boca que, pueden inflamar las encías causando gingivitis, si no se quitan y se ingieren pueden alojarse en el torrente sanguíneo y dañar las válvulas cardíacas. Por ello añade que para gozar de una mayor salud e higiene bucodental debemos tener los dientes alineados.
