Bronca en exteriores del Congreso por voto de confianza

0
942
Bronca en exteriores del Congreso
Bronca en exteriores del Congreso

Policía contuvo a revoltosos con gases lacrimógenos. Un nuevo episodio de violentos enfrentamientos se produjo en los exteriores del Congreso de la República, en la avenida Abancay, y en otros puntos del Centro de Lima por el voto de confianza. Esta vez, los protagonistas fueron simpatizantes y detractores el Gobierno del presidente Pedro Castillo.

Llovieron ladrillazos, patadas y puñetes en Av. Abancay y hasta se terminaron arrojando huevos

Con carpas, mantas y velas, decenas de manifestantes pasaron la noche del día anterior en la intemperie para expresar su apoyo a sus respectivos bandos. En la víspera también se reportaba varios episodios de agresión con presencia de los efectivos para evitar que la situación pase a mayores.

Leer también [Cuestionan a Bellido por presentar generalidades y no medidas concretas]

Hasta el Centro Histórico de la capital llegaron cientos de personas desde tempranas horas de la mañana para participar de las actividades. Los pleitos seguían adornando la vista de los transeúntes y los agentes procedieron a separarlos, incluso, recibiendo golpes por los forcejeos del momento.

A raíz de las primeras grescas, la Policía Nacional del Perú (PNP) resguardó el Palacio Legislativo. En las afueras, un grupo de fujimoristas intentaron extender una bandera grande, pero fueron reprimidos por algunos oficiales y ciudadanos que apoyan al profesor originario de Chota, Cajamarca.

Cuatro sujetos empezaron a atacarse con ladrillos hasta que luego fueron cinco contra uno. Se repartieron patadas, puñetes y jaloneos, pero su problema no pasó a mayores. Otro grupo de protestantes también se mostraban efusivos hasta llegar a las manos con otros presentes con distinta posición.

Mientras ellos se agredían física y verbalmente, el Presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, llegaba con su Gabinete Magisterial al Congreso para debatir en la cesión que inició minutos antes de las 10. Previamente, las autoridades fueron despedidas por el mandatario Castillo de Perú Libre.

POLICÍAS CERRARON LA AVENIDA ABANCAY

Debido a la presencia de los manifestantes y las constantes riñas, la Policía cerró un tramo de la avenida Abancay para asegurar la integridad de los conductores y mejorar el flujo de vehículos, pues varios optaron por tirarse a cuerpo completo en plena pista como acto de protesta por la coyuntura política.

Nosotros vemos el cierre de las vías como última opción. Monitoreamos el comportamiento de los manifestantes y de acuerdo a ello vamos tomando nuestras medidas”, comentaba el general Jorge Angulo, jefe de la Región Policial (REGPOL) Lima, añadiendo que se dispuso un desvío por Tacna.

Ante los constantes pleitos, los uniformados tuvieron que crear otro cerco más en las afueras del Congreso. En la pista próxima se encontraban los que se muestran en contra de la actual gestión. En sus manos tenían banderas con el escudo negro y frases para que no se brinde el voto de confianza.

Ellos estaban con varios policías, quienes estaban de pie y en caballos, y un cerco metálico para evitar que vuelvan a los golpes. En el otro lado de la vía permanecían los partidarios de Perú Libre también con carteles, megáfonos y parlantes para hacer que su voz se escuche mucho más fuerte.

HUEVOS, BOTELLAS Y GASES LACRIMÓGENOS

Pasadas las cuatro de la tarde, luego de la suspensión del pleno del Congreso de una a dos y media, a la avenida Abancay llegaban más manifestantes. Algunos empezaron a arrojar botellas de agua, pintura y huevos, actos que fueron repelidos con varias bombas lacrimógenas.

Con el objetivo de contener a los nuevos participantes y mantener el orden en las calles, más miembros de la Policía Montada se hicieron presentes. Los efectivos estuvieron recorriendo el tramo comprendido entre los jirones Junín y Huallaga para frenar cualquier acto violento de los ciudadanos.

Fueron cientos de agentes los que brindaron protección a la prensa que cubría el evento y a transeúntes que no estaban involucrados con los simpatizantes o detractores del Jefe de Estado. Ellos estuvieron en los exteriores del Palacio Legislativo hasta que culminó el debate por el voto de confianza.