El asma es una enfermedad respiratoria, principalmente conocida por los episodios que dificultan la respiración, lo cual puede influir negativamente en la calidad de vida de algunos pacientes. Esto es de especial preocupación cuando se trata de los más pequeños, sin embargo, recientemente se descubrió que el Omega 3 podría ser un nutriente importante para el asma en niños.
En cada persona los síntomas son diferentes, además de que algunos pueden manifestarlos esporádicamente, mientras otros constantemente. Entre los más comunes, están:
– Falta de aire y problemas para dormir por la misma.
– Dolor u opresión en el pecho.
– Silbido al respirar (muy frecuente en niños).
Al no haber una cura para el asma, el tratamiento consiste en controlar los síntomas, y es ahí donde aparece el Omega 3. Una investigación arrojó que por cada aumento de 0.1 gramos en los niveles de Omega 3, se observó una probabilidad de 3% a 4% menor de presentar síntomas en el día en respuesta a aumentos tanto de partículas grandes como pequeñas de contaminación.
Las principales fuentes de Omega 3 son: pescados grasos de agua fría como salmón, sardinas y atún, nueces y semillas de chía y linaza, así como aceites vegetales, principalmente de linaza, soya y canola. Si tu hijo sufre asma, consulta con tu médico si no existe alguna contraindicación y aumenta su dosis de estos ácidos grasos en su alimentación.
