Evangelio de Pedro cuenta resurrección de Jesús

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resurrección de Jesús
resurrección de Jesús

Texto apócrifo relata el momento histórico en que Cristo sale del sepulcro

Poncio Pilato decidió la suerte de Jesús, que fue condenado a muerte y crucificado en el Monte Calvario. Al tercer día, cuando María Magdalena, María y Salomé acudieron al sepulcro, su cuerpo no estaba. Había resucitado.
Eso es lo que narran los cuatro evangelistas del Nuevo Testamento: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

Pero los detalles sobre la Pasión de Jesús no se acaban en esta versión reconocida por la Iglesia católica.
Hay una serie de textos alternativos conocidos como los evangelios apócrifos, que quedaron fuera de la biblia, cuando la Iglesia llegó a una versión oficial del cristianismo.
La mayoría de estos textos alternativos son relativos a la vida de Jesús, pero ¿hablan también de su muerte?

En primer lugar, hay que destacar que, mientras de la infancia de Jesús hay muchos más evangelios apócrifos, “de la Pasión hubo muchos menos”, explica Rafael Aguirre, catedrático de Teología en la Universidad de Deusto, Bilbao, España.
“En cambio, sobre el relato de la Pasión, las posibilidades de que la imaginación se disparase eran mucho menores, por la misma naturaleza del relato, tan sobrio y tan poco idealizado.”

El evangelio de Pedro

Es el texto apócrifo fundamental sobre la muerte de Jesús, ya que hace un relato entero de la Pasión, explica Aguirre.

“Tiene grandes semejanzas con los canónicos, no está claro hasta qué punto depende de los evangelios canónicos, muchas veces son tradiciones orales, que recogen unos y otros y no hay una dependencia literaria inmediata”, dice el experto.

Su texto fue descubierto en el siglo XIX, aunque ya se conocía su existencia por las referencias al mismo.
Este evangelio introduce un cambio relevante con respecto a los canónicos: culpabiliza mucho más a los judíos sobre la muerte de Jesús y prácticamente disculpa a los romanos.
“El que envía a la muerte a Jesús no es Pilato, sino Herodes, y, además, Herodes encarga a unos soldados judíos no romanos que crucifiquen a Jesús”, dice el teólogo.

Pero lo que hace más relevante a este evangelio es la narración de la resurrección de Jesús.
“Narra la resurrección de Jesús, narra su salida del sepulcro, algo que los demás evangelios no hacen. Los demás dicen que Jesús ha resucitado, pero el evangelio de Pedro describe la salida”, explica Aguirre.

El relato dice así.

“Empero, en la noche tras la cual se abría el domingo, mientras los soldados en facción montaban dos a dos la guardia, una gran voz se hizo oír en las alturas.
Y vieron los cielos abiertos, y que dos hombres resplandecientes de luz se aproximaban al sepulcro.

Y la enorme piedra que se había colocado a su puerta se movió por sí misma, poniéndose a un lado, y el sepulcro se abrió. Y los dos hombres penetraron en él.
Y, no bien hubieron visto esto, los soldados despertaron al centurión y a los ancianos, porque ellos también hacían la guardia.

Y, apenas los soldados refirieron lo que habían presenciado, de nuevo vieron salir de la tumba a tres hombres, y a dos de ellos sostener a uno, y a una cruz seguirlos.
Y la cabeza de los sostenedores llegaba hasta el cielo, más la cabeza de aquel que conducían pasaba más allá de todos los cielos.

Y oyeron una voz, que preguntaba en las alturas: ¿Has predicado a los que están dormidos?
Y se escuchó venir de la cruz esta respuesta: Sí.”
“Es una descripción que ha entrado mucho en el mundo del arte, sobre todo en las Iglesias orientales, se reproducen mucho las escenas de la resurrección tal y como las describe el evangelio de Pedro”, apuntó el teólogo.
Fuente: Tomado de BBC Mundo