Multitud exigía a gritos “justicia” y “pena de muerte”
En medio del dolor e indignación ayer fueron sepultados los restos de Juanita Alva Mendoza (31), la madre de familia que fue quemada por su excuñado, Esneider Estela Terrones (21), el pasado 29 de junio, en la ciudad de Cajamarca.
Desde el mediodía, familiares, esposos e hijos, acompañados por una multitud de cajamarquinos, partieron desde la vivienda del pasaje Cinco amigos, hasta el cementerio general de Cajamarca, donde se dio el último adiós, a la valiente madre, que pese a su terrible estado lucho por sobrevivir.
Los pobladores que acompañaron el féretro de Juanita, exigieron a las autoridades “justicia” y “pena de muerte” para el asesino de Juanita. Desde las 12:30 se realizó una romería por las principales calles de Cajamarca, hasta la Catedral, donde se le realizó una misa de cuerpo presente que concluyó a las tres de la tarde.
Al promediar las 5 p.m. los restos de Juanita ya reposaban en paz, mientras su madre y hermana Liliana, ex pareja del asesino, eran atendidas por sus familiares, tras sufrir desmayo y asfixia por el terrible momento vivido.
En tanto, su esposo evitó dar declaraciones a la prensa, pues se encontraba abocado a apoyar emocionalmente a sus tres pequeños niños que lloraban la pérdida de su madre.
